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Psicólogo advierte del riesgo de adicción que generan las redes sociales

Aunque se sabe que las redes sociales, internet y las nuevas tecnologías en general tienen efectos positivos en muchos ámbitos, el psicólogo español Enrique Echeburua dice que también puede generar varios ámbitos que pueden der altos grados de adicción y dependencia.

La semana pasada el psicólogo visito al país para exponer sobre la adicción a la tecnología y la ludopatía, en seminarios organizados por la red Al Sur de Nosotros. Echeburua explico que las nuevas tecnologías son fantásticas y facilitan la vida, “pero de todo se puede hacer un mal uso.Tenemos que marcar límites. Pasa lo mismo con un auto. Si conducimos bajo los efectos del alcohol o a 300 kilómetros por hora, estamos haciendo un mal uso de él"
El psicólogo explica que existen distintos tipos de adicción: a internet, a las redes sociales, a los servicios de mensajería como WhatsApp. Pero todos se basan en la necesidad de estar constantemente conectado.

"Un adolescente que en la noche se queda navegando hasta tarde y al acostarse no apaga el teléfono o lo pone en silencio, sino que lo deja vibrando y lo pone debajo de la almohada para sentir cualquier mensaje que le llega, eso es un mal uso que puede denotar adicción", indica.
Otro ámbito que se ha visto ampliamente afectado por la tecnología, según Echeburúa, es el del trabajo. Si hace algunos años la idea de llevarse trabajo a la casa no era común, hoy muchos jefes esperan que sus empleados estén disponibles 24 horas al día a través del correo o incluso servicios de mensajería. "Las personas están constantemente localizadas. Fuera del trabajo están localizadas, durante el fin de semana están localizadas, incluso fuera de su país. Es necesario tener una disciplina clara parar separar la vida laboral de la personal", advierte el español.

Psicólogo español Enrique Echeburua. (Foto El Nacional)
El problema es que si bien uno puede establecerse límites propios, eso no significa que el sistema corporativo los vaya a respetar. Echeburúa reconoce que esto puede pasar, pero indica que la mejor solución es fijar límites desde el principio, para evitar malentendidos. "Hay que establecer las reglas del juego porque si no entramos en una dinámica patológica todos. Si el ambiente es insano, no podemos justificarlo para no desmerecer el conjunto".

"Se abusa innecesariamente del término urgente. La mayor parte de las cosas no son urgentes. Hay excepciones, y una persona puede hacer la mayoría de las cosas en su jornada de ocho horas. Para el bienestar emocional de una persona, tiene que ser consciente de qué pertenece a su vida personal y cuándo ésta empieza. Hay que encontrar ese punto de equilibrio e imponerlo", concluye.

Con información de: El Nacional