Aseguran que la medida incrementará los embarazos adolescentes. Frente a la legalización, se debe procurar la educación sexual en las escuelas.

Aprobado por la mayoría de diputados del Congreso -adeptos al Gobierno del presidente Evo Morales-, el artículo 308, que anteriormente calificaba como delito el sexo entre menores de edad, establece lo siguiente:
"Quien tuviera acceso carnal con persona de uno u otro sexo menor de catorce años, penetración anal o vaginal o introdujera objetos con fines libidinosos, será sancionado con privación de libertad de veinte a veinticinco años, sin derecho a indulto, incluso sin que se haya hecho uso de la fuerza física o intimidación y se alegue consentimiento.
Quedan exentas de esta sanción las relaciones consensuadas entre adolescentes mayores de doce años, siempre que no exista diferencia de edad mayor de tres (3) años, entre ambos, y no se haya producido violencia ni intimidación".
Medios de comunicación y diputados de la oposición en el Congreso han criticado la medida por incitar y permitir el acto sexual en los adolescentes. Consideran que a esta edad los jóvenes no cuentan con la suficiente madurez para asumir con responsabilidad las consecuencias de la iniciación sexual y esto incrementará los embarazos no deseados.
La Prensa de Bolivia cita a la psicóloga María Fernández: “El número de adolescentes embarazadas es 16 por ciento en La Paz y en El Alto es 26 por ciento. Aunque la norma no haya planteado la legalidad, en los hechos ya se estaba dando”.
Más alla de la prerrogativa, la preocupación yace en la necesidad de instruir a los jóvenes en cuanto a la protección sexual y los métodos de prevención de enfermedades y embarazos indeseados.
"Si hablamos de relaciones sexuales consensuadas (...) lo que tenemos que hacer es capacitar a estos jóvenesy asegurar que en el entorno de estos fenómenos, que se dan cada vez demanera más temprana, en ese vecindario, haya servicios relacionados consexualidad y sean de calidad, pertinentes, que absuelvan de sus dudas",comentó Wolfgang Frield, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) a La Prensa.