La bellota (del árabe ballūta, encina) es un fruto característico de las especies del género Quercus (fam. Fagaceae). Dentro de este género hay númerosas especies arbóreas que dan bellotas como el roble, la encina, el alcornoque y el quejigo.
En las encinas de la Península Ibérica se diferencian dos subespecies: (Quercus ilex subsp. ilex) y (Quercus ilex subsp. ballota) que tienen ligeras diferencias morfológicas y fisiológicas lo que se traduce en unos frutos diferentes, con bellotas más alargadas amargas en la primera planta y bellotas más redondeadas y dulces en la segunda.
La encina es el árbol más representativo del bosque mediterráneo ibérico y como tal la especie arbórea más abundante en la Península Ibérica e Islas Baleares, desde el nivel del mar hasta los 1.600 metros de altitud, a partir de la cual comienza a hacerse más rara y escasea, apareciendo tan solo en vertientes soleadas y resguardadas de los vientos, para desaparecer completamente en la alta montaña, donde son las coníferas los últimos representantes arbóreos de nuestra vegetación natural.
El nombre genérico Quercus proviene del celta (Quercus) que significa árbol hermoso. Esta cultura tenía una especial reverencia por otro quercus, el roble, mientras que los romanos llamaron a la encina ilex que a su vez deriva del griego (hylé) que significa tanto "madera" como "materia" y "primera sustancia", al considerarse que la materia de este árbol, su madera, era la materia universal, el origen de todos los seres vivos, manteniendo Linneo el nombre ilex para referirse a la encina.
Su nombre científico que no ha estado ajeno a la polémica, ya que en la Península Ibérica había dos especies de encinas distintas: la Q. ilex propiamente dicha y que se reservaba como denominación específica de las especies más litoral, también llamada alsina y a sus bosques alsinares y que se crían a un nivel altitudinal más bajo, con el fruto (bellota) de sabor amargo y la especie más continental o de interior, con el fruto dulce, que se denominaba Q. rotundifolia, al considerarse que era una especie diferente, si bien los estudios taxonómicos más recientes han puesto de manifiesto que no se trata de dos especies distintas, y que en cualquier caso una es subespecie de la otra, por lo que con más puridad ha sido sustituido el nombre de Q. rotundifolia por el de Q. ilex subsp. ballota.
La encina es un árbol perennifolio y corpulento, que en su óptimo puede alcanzar los 25 metros de altura y más de un metro de diámetro, pudiendo llegar a vivir 800 años. La tradición popular cuenta que este árbol es el único que "cambia" tres veces de género a lo largo de su vida: "Hembra fue mi nacimiento y macho mi mocedad y por mi buena fortuna hembra me volví a quedar", dice una popular adivinanza para referirse a las tres denominaciones que recibe a lo largo de su vida: bellota, chaparro y encina.
Como árbol representativo del bosque mediterráneo, la encina ha tenido unos amplios usos y aprovechamientos desde la antigüedad. Así su madera, muy dura y fuerte, aunque difícil de trabajar, se ha empleado en la construcción de vigas y pósteles, fundamentalmente en minería, y para la construcción de ruedas de carros, aperos de labor y construcciones hidráulicas y navales, por su gran dureza y resistencia a la humedad. Aun cuando el uso más tradicional de la encina ha sido para leña y carbón, lo que ha motivado en muchas ocasiones talas abusivas, particularmente en épocas de escasez de recursos para encender fuego, con perniciosos efectos deforestadotes.
El fruto de la encina, la bellota, forma parte de la alimentación de un gran número de animales silvestres, y también de los cerdos ibéricos, como ha sido muy consumida por el hombre, particularmente en la forma dulce (rotundifolia), que la ha consumido tanto cruda como asadas, en forma similar a la que se preparan las castañas, para lo que se ponían en el fuego, tras darle un pequeño corte, como también ha sido utilizada para obtener una harina que se mezclaba con la de otros cereales, particularmente trigo, con la que se fabricaba pan.

La bellota también se ha utilizado para obtener licores como, el popular licor de bellota, de sabor muy agradable y propiedades digestivas, como se ha utilizado en época de escasez como sustituto del café, el llamado café de bellota, para lo que se tostaban las bellotas antes de que terminaran de alcanzar la madurez, aun verdes, cociendo en agua las bellotas ya tostadas y consumiendo el agua resultante a modo de café. Un sistema de elaboración fácil y casero que puede probarse al carecer de cafeína y no ser excitante, además de digestivo, con lo que es muy recomendado para las personas que tienen problemas con el café tradicional.
Otros uso de la bellota eran los derivados de usos médicos. Así para cortar la diarrea se ponían a hervir en agua un puñado de bellotas con su cáscara y se tomaba el agua al costarse. La corteza de la encina es rica en sustancias taninícas, al contener ácido cuertinático, por lo que se utilizaba en curtiduría. Actualmente la encina también ha pasado a tener usos ornamentales, por lo que se utiliza en grandes jardines, como árbol decorativo y formando parte de jardines naturales, que requieren poco mantenimiento.
Propiedades nutricionales:
Las bellotas son ricas en potasio,fosforo y calcio.Todas las bellotas son comestibles,el fruto de la bellota se toma crudo o tostado a la brasa.Composicion quimica que encontramos en la bellota:
- Agua 30 %
- Hidratos de carbono 52 % (9 % fibra).
- Lípidos 8%
- Proteínas 5 %
- Calcio 70 mg/100 g
- Potasio 600 mg/100 g
- Fósforo 80 mg/100 g
5 comentarios
1º Se quita la cascara
2º Se ponen en agua durante la noche
3º Se cuecen en la olla a presión
4º Sin eliminar el agua, se quita el mayor número posible de pieles.
5º Una vez eliminadas las pieles, se aplica la batidora para que las cuchillas trituren las bellotas hasta hacer una masa, a la vez se echa leche y miel, con el fin de obtener la consistencia y dulzor deseado.
El resultado es espectacular, lo único es tener precaución de no tomar gran cantidad, ya que el paladar lo pide, pero el alimento es excepcional.
Para más calidad, el que pueda, que use agua de manantial, sin cloro.