Hoy en día desde las empresas donde fabrican los productos se le es agregado azúcar para que así sepan mejor, un ejemplo de esto son las carnes procesada la cual le retiran la grasa y le agregan azúcar para ayudar a disimular el sabor soso.

Al igual que la sal, el "azúcar añadida" ayuda a extender la vida de algunos de los alimentos, como el pan, los cereales, las frutas y vegetales enlatados.
Al especialista les preocupa que esto haga que sea muy fácil ingerir más azúcar sin darse cuenta, y más de lo que el cuerpo pueda manejar.
La cantidad y la frecuencia con que se es consumida es lo que importa, ya que el azúcar no es intrínsecamente mala para las personas.
Cuando se como, los azúcares se descomponen en glucosa y fructosa, las cuales son absorbidas por nuestro torrente sanguíneo. Una vez que la fructosa llega al hígado, también se convierte en glucosa. Si se consume más azúcar de la que quemamos, nuestro hígado convierte el exceso de glucosa en grasa. Parte de esta grasa se queda en el hígado, pero el resto se guarda en el tejido adiposo en todo el cuerpo.
Saber cuánta azúcar hay en tu comida o bebida puede ser confuso pues tiene muchos disfraces; como la sacarosa, glucosa, fructosa y miel.