Otro partido definido por los tiros a puerta desde el punto penal que favorece al conjunto de Portugal 3-1.

Portugueses e ingleses ofrecieron un partido más emotivo que brillante, condicionado por el calor asfixiante que hizo en el estadio cubierto de Gelsenkirchen y por las precauciones de ambos equipos. Como era de esperarse, en el conjunto de Scolari pesó la ausencia de Deco, porque los intentos del capitán Luis Figo por jugar entre líneas fueron siempre sin producción.
Como dos años antes, todo quedó a expensas de una tanda de tiros a puerta desde el punto penal, sin Beckham ni Figo, en la que Portugal fue más acertada y que gracias a los errores de Lampard, Gerrard y Carragher, entra por segunda vez en su historia en una semifinal mundialista.
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