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El Mito de Lavarse las Manos

Un reciente estudio revela el por que las personas se lavan las manos después de hacer algo malo.

Lávate las Manos
Tuvieron que pasar 21 siglos para que un grupo de investigadores pusiera de manifiesto este gesto intuitivo de los seres humanos de lavarnos las manos para purificarnos luego de haber actuado contra nuestras creencias, como si el agua borrara lo malo. Se sabía desde los tiempos de Poncio Pilatos, aquel procurador romano que se lavó las manos, como una señal para marcar distancia de la decisión tomada por la muchedumbre, que eligió salvar a Barrabás en lugar de a Jesús.

Hace tiempo que los psicólogos saben que cuando la gente actúa en contra de sus propias creencias, sienten la necesidad de compensarlo. Pero lo que no se había estudiado empíricamente hasta ahora es que esta necesidad de compensar se traduce en algo tan físico y tan común como lavarse las manos.

A esta necesidad de lavarse las manos, Chen-Bo Zhong, investigador de la Universidad de Toronto y coautor del estudio, le ha dado el nombre de "efecto Macbeth", en honor a la famosa tragedia del dramaturgo inglés en la que Lady Macbeth manipula a su marido para que asesine brutalmente a Duncan, el rey de Escocia, y tiene la ilusión de que, en sus propias palabras, "un poco de agua limpiará esta acción".