Para disfrutar del sol, la brisa y la playa sin causar algún daño a nuestra piel, te presentamos algunas recomendaciones.
Exponer la piel durante horas a los rayos del sol puede causar quemaduras, resequedad, envejecimiento prematuro de la piel y en el peor de los casos afecciones irreparables.
Consejos para un bronceado sin riesgos
- Días previos a la exposición al sol, procura alimentarte con zanahorias, patillas, melón, uvas y otros alimentos que contengan betacaroteno, ya que estimula la pigmentación de la piel y obtendrás un bronceado más duradero.
- Evite las exposiciones prolongadas y directas al sol entre las 11:00 am y las 4:00 pm, pues son las horas en las que considera los rayos del sol caen más perpendicularmente y pueden provocar fuertes quemaduras.
- Media hora antes de exponerse al sol, aplique una generosa cantidad de un protector solar por todo el cuerpo. No olvide aquellas áreas que a simple vista pareciesen que están protegidas, como las orejas, el cuello, la calvicie y los pies.
- Los dermatólogos recomiendan protectores con factor de protección solar (SPF) superior a 30. El número indica la cantidad de tiempo que pueda durar una persona expuesta al sol sin sufrir quemaduras.
- Hay que tener en cuenta que en los días nubados o donde no aparecen de forma inmediata los rayos del sol, lo comúnmente se denomina “resolana” también se esta exponiendo la piel. Así que el bloqueador es imprescindible en cualquier momento.
- Use sombreros, gorras, lentes adecuados y protectores labiales.
A los niños menores de seis meses no se les debe exponer al sol, y si lo haces ten precaución con los protectores que usas; cuida que no lleven muchos agentes químicos que puedan irritarlos y deben ser adecuados para la suave y delicada textura de su piel. Para que sea un buen protector solar debe ser un poco grasoso para que se adquiera mejor.
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