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Los cubanos podrán comprar computadoras y reproductores de DVD

El nuevo presidente de Cuba, Raúl Castro, ha autorizado en la isla lo que muchos venezolanos no podemos hacer por el control de divisas: comprar computadoras y reproductores de DVD, entre otros equipos. Como todo tiene un pero: los sueldos no alcanzan para tanto "lujo" y la electricidad no da para tanto.

¿Veremos a la computadora Bolivariana en territorio cubano ?

Raúl Castro comienza a dar señales de mostrarse diferente, en algunos aspectos, a su hermano Fidel. Una de las tantas sería el permiso para la venta de computadoras, reproductores y selectos equipos electrodomésticos, cuya comercialización hasta ahora estaba restringida en la isla, y que sale a relucir en parte por la mejoría eléctrica que han presentado por los aportes de la compañía venezolana PDVSA.

La lista de equipos electrodomésticos a adquirir se ve bastante reducida debido a problemas energéticos en la isla. Mientras que los de mayor consumo como equipos de aire acondicionado y calentadores de agua se empezarían a comercializar a partir de abril del 2009, hornos, cocinas y tostadores eléctricos, saldrían a la venta a mediados del 2010, fecha en la que se prevé estandarizar la calidad de servicio en todo el territorio cubano. Vale destacar que es sólo desde el 2007, cuando Raúl Castro entró como presidente interino, es que se permitió por primera vez el ingreso de los artículos hoy permitidos libremente, ya que antes de las flexibilizaciones en el área aduanera, no se podría importar ni pagando impuestos.

Algunos medios españoles, como el diario El País, señalan que la medida es algo irrisoria, considerando que el salario mínimo en Cuba es equivalente a 17 pesos mensuales (a 57.4 Bs.F. a Euro oficial) mientras que un televisor en las tiendas de divisas oscila entre los 200 y 500 euros (entre 676 a 1690 Bs.F.).

Entre las medidas que se esperan que se flexibilicen o eliminen están las de orden migratorio, que incluirían una flexibilización de los trámites para entrar y salir del país; permitir que los cubanos se hospeden en hoteles y contraten una línea de teléfono móvil; autorizar la venta de propiedades como casas y vehículos; la introducción de nuevas formulas para incentivar la producción agrícola, con mayores márgenes para la iniciativa privada y el mercado y nuevos esquemas de estimulación salarial. De realizarse este conjunto de aspiraciones, el modelo cubano estaría recibiendo enormemente una modernizacion y consecuentemente, una imagen favorable al presidente Raúl Castro.