General Motors renace amenos de seis semanas ser declarada en quiebra, prometiendo vehículos que consumanmenos gasolina y desacartando las marcas menos rentables como Saturn, Pontiac y Hummer.
"La nueva empresa GeneralMotors inició su actividad hoy con una nueva estructura, un equilibriomás sólido y un renovado compromiso de poner a los consumidores en elcentro de todo lo que haga la nueva GM", anunció el grupo al díasiguiente de la última autorización de la justicia estadounidense a suplan de salida de la bancarrota.
El ex númerouno del mundo del automóvil se concentrará en cuatro marcas --Buick,Cadillac, Chevrolet y GMC--, abandonando las marcas consideradas norentables como Saturn, Pontiac y Hummer en Estados Unidos, y Opel ySaab en Europa.
GM Renace con 30% menos deefectivos y sólo conserva sus activos más sanos, con un universo deaccionistas profundamente modificado. El Estado norteamericano detenta60,8% del grupo y el canadiense 11,7%, a cambio de los fondos públicosadelantados. El sindicato del automóvil UAW detenta el 17,5% y losacreedores el 10%.
Es evidente que la empresa va a seguir eliminando empleos y capacidad productiva. Para finales de 2010 operará 34 plantas de ensamblaje, motores y estampación frente a las 47 que tenía abiertas en 2008. GM tenía en diciembre del año pasado 91.000 empleados pero se mantiene el objetivo de disminuir la nómina hasta 64.000 empleados a finales de año que no solo serán en las plantas, ya que se van a rebajar en un 35% el número de ejecutivos y en un 20% el número de empleados de oficina.
Los costos laborales por hora caerán de los 6.400 millones de dólares en 2008 a una cifra entre 4.000 y 5.000 millones anuales en los próximos años. En cuanto a las ventas, con menos marcas en el menu habrá la necesidad reducir los 6.000 concesionarios actuales a solo unos 3.600 concesionarios, pero con todo y eso, sigue siendo la mayor red de los EEUU.
General Motros no tenía beneficios anuales desde 2004 y acumulaba pérdidas que rondaban los 88.000 millones de dólares además de haberse convertido en una máquina de quemar dinero. La nueva GM nace con un balance un tanto más saneado, una deuda reducida en 40.000 millones de dólares y con una mayor participación gubernamental.
La Saturn será cerrada mientras que Hummer y Pontiac serán vendidas, con el capital subsecuente que se consiga con estas operaciones dirigido a las arcas de la nueva GM.
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