El manual del buen terricola, es una guía elaborada por el español Fernando Valladares donde lista unas 20 actividades que se pueden practicar para favorecer al planeta.

"La Tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la Tierra”.
A propósito que el próximo 22 de abril es el Día Mundial de la Tierra, instaurado por el senador norteamericano Gaylord Nelson en 1970, presentamos el Manual del buen terrícola para mejorar el planeta. Este guía fue diseñada por el investigador español Fernando Valladares, quien sólo busca contribuir con el cuidado del planeta con los siguientes consejos:
He aquí el manual:
- Transporte. Reducir el individual y promocionar los medios colectivos.
- Energía doméstica. Disminuir su gasto con electrodomésticos de etiqueta energética o apagando los aparatos completamente (y no en modo standby).
- Residuos. Favorecer la separación de basura y el reciclaje.
- Materiales. Reutilizarlos siempre que se pueda (papel, juguetes, herramientas, muebles), evitar usar bolsas, cajas y embalajes.
- Agua. Disminuir su consumo colocando, por ejemplo, botellas en las cisternas.
- Riego. Minimizar el riego de jardines y promocionar el sistema por goteo.
- Urbanizar. Sólo donde se sepa que habrá agua suficiente a largo plazo. En muchas ocasiones se otorgan licencias donde no hay agua.
- Naturaleza. Respetar los espacios protegidos y minimizar el impacto en zonas naturales.
- Casas. Construirlas con buenos materiales aislantes térmicos para que la inversión en calefacción y el aire acondicionado sea menor.
- Rendijas. Mejorar los aislantes en ventanas y puertas porque entre un 5 por ciento y un 10 por ciento del calor del hogar se escapa por ellas.
- Energías alternativas. Darles más valor y estar dispuestos a financiarlas. Si todos las apoyamos, serán rentables, aunque sean más caras.
- Impuestos. Permitir que se asignen para la conservación de recursos.
- Suelo. Minimizar los cambios de uso del suelo y, en general, del suelo artificial.
- Impacto. Dar más importancia a los análisis de impacto ambiental y considerar otras alternativas costosas, pero ambientalmente favorables.
- Especies. No trasladarlas fuera de su lugar de origen.
- Invasores. No soltar animales domésticos y mascotas. Pueden ser especies invasoras.
- Productos químicos. Minimizar el uso de compuestos químicos como antibióticos, fertilizantes… y aerosoles.
- Educar a los niños en el valor de los bienes que nos ofrecen los ecosistemas.
- Gobiernos. Exigir la gestión sostenible a largo plazo de los recursos naturales.