El BCV atribuye la estrepitosa caída de la economía venezolana a los fenómenos meteorológicos que conllevaron al plan de ahorro energético. La producción del sector privado sufrió por las reestricciones a las divisas.

En 5,8% se estimó el descenso del Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer trimestre del 2010, según informó el Banco Central de Venezuela en un comunicado de prensa, en el que exponen como principales causas las reestricciones en el acceso a las divisas para la importación de bienes y servicios y las condiciones ambientales.
El PIB, que consiste en la suma del valor de las cosas, bienes y servicios, producidos por los habitantes de un país durante un período determinado, permite identificar el crecimiento de la economía en un estado y por ende la calidad de vida de sus ciudadanos. Para calcularlo, se toman en cuenta todos los ingresos formales que percibe una nación, es decir, los obtenidos a través de las actividades petroleras y no petroleras como transporte, construcción, electricidad, salud, educación, telecomunicaciones, entre otros.
En la relación que muestra el BCV, se detalla una mayor disminución en el área de las actividades petroleras de 5,0 por ciento, debido a la paralización en las plantas refinadoras, así como también a la baja producción de crudo y sus derivados.
En cuanto a las actividades no petroleras (-4,9%), se registraron tanto disminuciones como aumentos en algunos sectores de la producción nacional, mas estos últimos no lograron equiparar la pérdida en otras áreas como el transporte (-15,9%), construcción (7,8%) y electricidad y agua (-2,0%). La industria manufacturera mostró algunos incrementos en minerales no metálicos (24,6%), papel (12,4%), textiles (10,4%), prendas de vestir (4,1%), posiblemente por la entrega de créditos por parte del Gobierno Nacional a pequeñas y grandes empresas o cooperativas. Sin embargo, llama la atención la reducción de la producción del sector privado, en especial, vehículos (-19,2%) y muebles (-46,8%).
Quizá dos de las ramas más afectadas por el ahorro energético fueron salud y educación, registrando una disminución de 1,6% y 2,5%, por cuanto los horarios de racionamiento eléctrico chocaban con la jornada laboral, lo que redujo las posibilidades de ofrecer mayores servicios.
La recesión económica, que llegó a su punto álgido el año pasado, ha dejado secuelas a muchos países del mundo. Sin embargo, en otros parece ir desapareciendo, pues el PIB en Estados Unidos creció un 3%; en México se calculó un aumento del 4,3%; y en España se registró un pequeño crecimiento del 0,1%; todos durante el primer trimestre de 2010.