Sensación de dolor pélvico, fiebre o secreciones son algunos de los síntomas que indican que algo en los órganos pélvicos de la mujer no anda bien. La clamidia y la gonorrea, Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), pueden presentar signos como estos y generar lo que se conoce como Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP).

La EIP es una infección que ocurre en el útero, las trompas de Falopio, y los ovarios y es producida por bacterias que se contagian a través del encuentro sexual sin protección, o lo que es lo mismo, por enfermedades como la clamidia y la gonorrea.
Muchas mujeres sexualmente activas en el mundo desconocen la gravedad de una EIP, pues al no tratarla a tiempo puede producir la infertilidad, es decir, la incapacidad de quedar embarazada, o de desarrollar un embarazo ectópico.
Se cree que en Estados Unidos más de 750.000 mujeres han sufrido alguna vez de EIP aguda; más de 75.000 mujeres podrían quedar infértiles cada año a consecuencia de una EIP; y una gran proporción de los embarazos ectópicos que se presentan cada año son el resultado de una EIP, según estimaciones del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (de sus siglas inglesas, CDC).
Contagio
Tienen mayor posibilidades de contraer esta enfermedad aquellas mujeres que tengan contacto sexual sin protección y/o múltiples parejas sexuales, las que han tenido anteriormente una ETS, las que tengan relaciones sexuales antes de los 25 años, las que usen duchas vaginales y las que utilicen un dispositivo intrauterino.
Diagnóstico y tratamiento
La buena noticia es que una EIP puede ser curable siempre que se diagnostique a tiempo. Cuando la enfermedad está muy avanzada, al extremo de que los órganos pélvicos se vean severamente dañados, no se podrá reparar el daño y la mujer puede quedar infertil.
Según un estudio reciente en el Hospital Clinicoquirúrgico Docente "Calixto García", Ciudad de La Habana, se determinó una tendencia actual al incremento de esta enfermedad en pacientes jóvenes, entre 15 y 24 años, debido al inicio temprano de la vida sexual y la poca protección que utilizaban. Los médicos emplearon la laparoscopia para confirmar el diagnóstico la EIPA (EPI Aguda), lo que permitió la realización de una laparotomía, es decir, una cirugía de mayor grado.
Por esta razón se incentiva a la población femenina a tener relaciones con protección (preservativos) y a estar atenta ante la aparicion de algún otro síntoma de los ya mencionados, como por ejemplo: dolor en la parte inferior del vientre, flujo vaginal poco usual que puede tener mal olor, relación sexual dolorosa, dolor al orinar, menstruación irregular y dolor en la parte superior derecha del abdomen.
Este artículo es informativo y de ninguna manera debe considerarse como consejo profesional, visite a su médico para obtener diagnóstico y tratamiento.
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