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Clamidia genital (Chlamydia trachomatis), una ETS silenciosa

La infección por Clamidia es una ETS silenciosa pues sus síntomas son muy poco perceptibles. La mujer embarazada debe cuidarse de no contraer esta infección pues el bebé puede padecer sus consecuencias.

La clamidia al microscopio
La clamidia al microscopio
25% para los hombres y 70% para las mujeres, son los porcentajes en los que se estima la ausencia de síntomas de la infección por Clamidia en el cuerpo humano. Por esta razón, esta enfermedad puede poseer las mayores cifras de infectados en el mundo, ya que la gran parte de las personas no sabe que la han contraído.

Esta infección silenciosa, producida por una bacteria conocida como Chlamydia trachomatis, se contrae mediante el contacto vaginal, oral y anal con una persona afectada. Sus síntomas son raramente perceptibles pero sus complicaciones son altamente peligrosos.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se diagnostican unos 92 millones de casos de clamidia, con una incidencia mayor en los países en vías de desarrollo. Esto se debe a la poca preocupación por el uso de preservativos y a la promiscuidad en las parejas sexuales.

Síntomas

Medline Plus asegura que uno de cada cuatro hombres no presenta síntomas, así como tampoco siete de cada 10 mujeres. Aquellos que sí los manifiestan, presentan ardor o molestias durante la relación sexual.

Hasta el 25% de los hombres con clamidia no presenta síntomas, pero cuando se presentan pueden ser similares a los de la gonorrea: Sensación de ardor al orinar Secreción del pene o del recto Dolor o sensibilidad testicular Dolor o secreción rectal

Un 70% de las mujeres infectadas con clamidia no presenta síntomas, pero cuando se presentan estos pueden incluir: Sensación de ardor al orinar, relaciones íntimas dolorosas dolor o secreción rectal, síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica, síntomas de la salpingitis, inflamación del hígado parecida a la hepatitis, flujo vaginal.

Complicaciones

Para los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, de sus siglas en inglés), la infección por Clamidia hace estragos en las mujeres cuando no se detecta a tiempo. La bacteria llega inicialmente el cuello uterino y la uretra (el conducto urinario). Inclusive, si todavía no aparecen síntomas, puede propagarse del cuello uterino a las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero. De alcanzar ese estado, la mujer puede desarrollar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), hasta quedar infértil.

Los hombres que practican relaciones con otros hombres también corren riesgo de infectarse con Clamidia. En ellos, las complicaciones son poco frecuentes, pero existe la posibilidad de que la infección se propague al epidídimo (el conducto que transporta el semen desde los testículos) y causa dolor, fiebre y, rara vez, esterilidad.

Las mujeres embarazadas deben estar muy atentas ante el contagio de esta ETS, pues podría conducir a un parto prematuro y el bebé podría contagiarse, produciéndole conjuntivitis o neumonía. Por ello, durante la gestación debe realizarse constantes evaluaciones y exámenes de laboratorio para cuidar la salud de su bebé.

Prevención y tratamiento

El tratamiento más común y efectivo para erradicar la Clamidia del organismo se basa en antibióticos. Si es tratado a tiempo, no suele dejar secuelas en hombres ni en mujeres. Sin embargo, la persona afectada debe abstenerse de tener relaciones sexuales hasta tanto no se cure completamente, pues la infección puede volver.

Para su prevención, es importante utilizar preservativos o condones de látex que impiden el paso de la infección, así como también establecer relaciones monógamas y mantener una buena higiene genital.

Este artículo es informativo y de ninguna manera debe considerarse como consejo profesional, visite a su médico para obtener diagnóstico y tratamiento.

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