Dentro de las infecciones producidas por la bacteria Chlamydia trachomatis, se pueden clasificar dos tipos: la Cervicitis clamidal y la Uretritis no gonocócica que afectan indiferentemente a hombres y mujeres sexualmente activos. Conozca sobre la Cervicitis clamidal.
La cervicitis es una inflamación del cuello uterino (cervix) o extremo del útero que puede ser provocada por diversas causas. La cervicitis clamidial es causada específicamente por una infección bacteriana por Clamidia. Otra causa frecuente de la cervicitis puede ser por una infección por Ureaplasma urealyticum, una bacteria que se encuentra en la flora bacteriana en los órganos reproductivos masculinos y femeninos pero que puede causar enfermedades.

Otras causas de la cervicitos pueden ser infecciones por gonorrea, el virus del herpes, el virus del papiloma humano (verrugas) y la tricomoniasis.
Al igual que la infección por Clamidia, la cervicitis clamidal se transmite por vía de contacto sexual u oral con una persona afectada.
Aunque parece extraño, también recibe el término "no gonocócica" cuando no es causada por la bacteria que produce la gonorrea. Sin embargo, ambas infecciones (gonorrea y cervicits clamidal) pueden actuar al mismo tiempo. Según estudios realizados por la doctora Marilyn Hernández, publicados en la Revista Ciencia, entre el 50% y 60% de las mujeres con infecciones gonocócicas albergan a su vez Clamidia trachomatis y uretritis no gonocócica (UNG), que son infecciones de la uretra.
Síntomas
Al igual que la infección por Clamidia, los síntomas son muy difíciles de detectaren la mujer. Los más comunes son dolor al orinar, dolor en la parte inferior del abdomen y durante el coito, y secreciones de mucosidad amarillenta y pus vaginal.
Complicaciones
Si estos síntomas no se atienden, las infecciones pueden complicarse. La bacteria puede alojarse en las Trompas de Falopio, lo que generaría una Enfermedad Inflamatoria Pélvica, un embarazo ectópico, un aborto (en caso de que tenga un embarazo normal) y hasta la infertilidad.
Tratamiento
El tratamiento eficaz contra esta infección se basa en antibióticos. Pero para evitar que estas enfermedades aparezcan lo recomendable es mantener actos sexuales con preservativos de látex y procurar una relación monógama, es decir, con una sola pareja sexual.
Este artículo es informativo y de ninguna manera debe considerarse como consejo profesional, visite a su médico para obtener diagnóstico y tratamiento.
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