Se dice que dos de cada 10 mujeres pueden desarrollar esta enfermedad, practiquen o no relaciones íntimas con una pareja.

La Vaginosis bacteriana consiste en un desequilibrio de las bacterias que habitan en la vagina, pero aún no se conocen las razones de ese aumento en las bacterias dañinas. Algunas hipótesis apuntan a la utilización de duchas vaginales o el DIU como método anticoncéptivo, y/o poseer varias parejas sexuales.
Alrededor del 50% de las mujeres afectadas manifiestan un flujo anormal con olor desagradable (parecido al pescado), especialmente luego de tener relaciones sexuales; el resto no refleja síntomas. Se cree que dos de cada 10 mujeres llegarán a presentar esta enfermedad.
Las complicaciones por Vaginosis bacteriana no son tan graves, excepto en las mujeres embarazadas, pues tendrían que dar a luz a bebés prematuros o con bajo peso (menos de 5.5 libras). De igual forma, estas bacterias pueden emigrar a otros órganos como las Trompas de Falopio o el útero, produciéndo una Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP).
El tratamiento médico en este caso consiste en antibióticos por vía oral o vaginal, entre 7 y 10 días. La prevención es bastante difícil de explicar dado que se desconoce su causa primordial; sin embargo, se recomienda la abstinencia sexual, las relaciones monógamas, administrar el medicamento completo y no aplicarse duchas vaginales.
*Este artículo es informativo y de ninguna manera debe considerarse como consejo profesional, visite a su médico para obtener diagnóstico y tratamiento.
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