Palpitaciones, opresión en el pecho, dolor de cabeza, mareos, temblores, sudoración fría y una fuerte sensación de muerte son algunos de los síntomas que padecen las personas con ataques de pánico, aún sin saber qué lo causa.

"Un día, sin aviso ni razón, me sentí aterrorizada. Tenía tanto miedo que creí que me iba a morir. Mi corazón latía muy rápido y sentía que la cabeza me daba vueltas. Sentía estas cosas cada par de semanas. Pensé que estaba perdiendo la razón. Mientras más ataques me daban, más temor sentía. Estaba siempre atemorizada, porque no sabía cuándo me iba a dar el próximo ataque. Me dio tanto miedo que no quería salir de mi casa ni de los lugares donde me sentía segura".
Éste es el testimonio de una de los tres millones de pacientes en América que padecen trastornos o ataques de pánico, es decir, una de cada 14 personas en el mundo.
"Es un trastorno más común de lo que la gente imagina, pero no es nada positivo, pues afecta todos los órganos del cuerpo humano. El que lo vive puede padecer desde un síntoma hasta todos al mismo tiempo: palpitaciones, opresión en el pecho, dolor de cabeza, mareos, inestabilidad, temblores, sudoración fría, pesadez, hormigueo, falta del aire y hasta evacuaciones. La persona siente que se va a morir", explica Nerio Soto, psiquiatra.
El ataque puede durar desde un minuto hasta horas y se desconoce su causa principal, ya que la persona no logra identificar qué lo produce ni sabe cuándo ocurrirá. De acuerdo con el psiquiatra, existen razones biológicas; genéticas, hereditaria; ambientales, en el contexto en que se encuentre; familiares, sobreprotección en la infancia, carencia afectiva o algún trauma; creencias y valores; y hormonales.
Este trastorno suele aparecer entre los 18 y 45 años y en pocos casos, afecta a los niños. Al parecer las mujeres son más propensas que los hombres de sufrir un ataque, luego del embarazo e incluso con la muerte de algún familiar.
Curable
La buena noticia para el que lo padece es que el trastorno de pánico es curable, siempre y cuando el paciente reciba un tratamiento. "Yo tuve un paciente que tenía 20 años con los ataques y a pesar de que consultó a todos los especialistas, los exámenes salían perfectos, no encontraba la solución. Finalmente, se acercó a mi consulta y descubrió que eran ataques de pánico".
Una persona que sufra los síntomas más de cuatro veces en un mes, debe acudir de inmediato a la consulta. Alrededor del 30% de los pacientes con tratamiento dejan de sentir los ataques en un tiempo de seis a 10 años.
Esta enfermedad va acompañada de otro enemigo como es la Agarofobia, es decir, miedo a salir solo. Esta complicación puede aparecer durante el primer año de los trastornos y puede producir, además de los ataques, el aislamiento de la persona, ausencia laboral, social y familiar.
Sin embargo, todo esto puede contralarse. El paciente no debe aceptar que tiene esa enfermedad, debe buscarle solución. El tratamiento médico, consultas con psicoterapeutas, prácticas de relajación y escuchar música pueden contribuir a que lleve una mejor calidad de vida, recomienda el psiquiatra.
* Este artículo es informativo y de ninguna manera debe considerarse como consejo profesional, visite a su médico para obtener diagnóstico y tratamiento.