El médico foniatra tiene como función principal prevenir, diagnosticar y tratar cualquier tipo de dificultad de comunicación en los niños y adultos.

El médico foniatra tiene facultades para manejar equipos simples y complejos que faciliten el diagnóstico del problema y la rehabilitación del paciente. Además, posee conocimientos para idear programas que hagan más efectiva la recuperación; prescribe prótesis adecuadas (audífonos o auxiliares auditivos); planifica y ejecuta programas de supervisión de los trastornos de audición y del lenguaje en medios escolares, industriales (ruido) u hospitalarios.
La Foniatría trabaja de la mano con la Otorrinolaringología, Logopedia y Audiología, ramas de la ciencia de la salud que también dominan el funcionamiento del lenguaje.
Esta especialidad ha avanzado tanto en los últimos años que ha adquirido además a la Fisiatría como un área en común para resolver aquellos casos más complicados que necesiten rehabilitación de los procesos motores del cerebro. Asimismo, la Psiquiatría es de gran ayuda en pacientes que no pueden adaptarse a la sociedad luego de haber padecido trastornos de habla o audición.
Entre los problemas que puede resolver un foniatra, están:
- Pérdidas auditivas leves, moderadas o profundas.
- Trastornos severos o pérdida del lenguaje: tartamudez, roqueras.
- Afasia (pérdida de la capacidad para producir o entender el lenguaje).
- Afonía (incapacidad para hablar).
- Disartria (voz forzada, respiración irregular, articulación defectuosa de los fonemas).
- Dislaila (más común en niños; impedimento para articular cierto grupo de fonemas).
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