Desde el pasado 28 de febrero, la residencia y posada de sus padres en Vargas fue tomada por un grupo de 60 familias que afirma que las tierras le pertenecen porque eran de sus ancestros. Esta toma sería la primera de muchas, ya que se apropiarían de más terrenos para conformar una comuna. Las autoridades a su vez se declararon incompetentes.

El desarrollo de los hechos inició el pasado 28 de febrero, cuando un grupo de 40 personas - que ahora dice estar conformado por 60 familias - hizo una "toma pacífica" de los terrenos de la finca "La Guachafita", quemando los árboles frutales y las plantas que ocupaban 8.000 metros de terreno. El argumento de los invasores, que con la acción también violaron leyes ambientales, era que las tierras habían pertenecido a sus ancestros y por eso debían ser recuperadas. El grupo también anunció que esta toma sería la primera de muchas, ya que se apropiarían de terrenos desde Caruao hasta Guayabal para conformar una comuna.
Quintero y sus hermanos hicieron el reclamo ante las autoridades e intentaron, inclusive, mediar la situación ante el consejo comunal de la zona. Sin embargo, todas las acciones fueron inútiles.

En agosto del año pasado, un pequeño grupo de invasores entró a los terrenos con la excusa de que en el lugar se construirían las casas del Instituto de la Vivienda de Vargas. El argumento fue desmentido y las personas desalojadas rápidamente. El propio gobernador del estado, Jorge Luis García Carneiro, señaló poco después que no permitiría las invasiones en la zona.
Ante los últimos hechos, la familia acudió la mañana de este lunes a la Fiscalía de Catia La Mar para denunciar las amenazas y el desalojo forzado de la vivienda.