La aerolínea Mexicana de Aviación anunció la suspensión de 15 vuelos internacionales entre los que destacan rutas a Caracas, Sao Paulo, Buenos Aires y Bogotá, entre otras, a causa de su precaria situación financiera.

La semana pasada fue aceptada por tribunales mexicanos la solicitud del proceso de suspensión de pagos (bajo la figura del "concurso mercantil") presentado por Mexicana de Aviación para reestructurar su deuda y asegurar la viabilidad de la firma. De inmediato, la aerolínea suspendió la venta de boletos de manera indefinida y ayer lunes comenzó a cancelar algunas de las 227 operaciones nacionales e internacionales programadas.
La solicitud de "concurso mercantil" aceptada por Mexicana equivale a una proceso de declaración de bancarrota", en un intento de protegerse contra sus acreedores (trabajadores sobretodo) bajo el argumento de que resultó duramente golpeada por el alza en los costos de la energía y la pandemia de gripe AH1N1, que afectó a México el año pasado. Esta suspensión de operaciones se da mientras se llevan a cabo las negociaciones con sus sindicatos, a los cuales la aerolínea responsabiliza de los problemas de liquidez.
Mexicana recortará a menos de la mitad su actual plantilla de pilotos y sobrecargos y que, a los que sigan en la empresa, les rebajará los salarios en un 40% como medida para salir de la crisis financiera. Asimismo pretende reducir el resto de plantilla y por ejemplo prevé dejar en la compañía a 822 azafatas de un total de 1.800.
La solicitud de suspensión de pagos, afectará solamente a Mexicana, y no a sus aerolíneas regionales Click y Link, que son "independientes" y "continuarán operando sin cambios".
Concurso Mercantil
El concurso mercantil es una figura jurídica creada para que los comerciantes (empresas) hagan frente a situaciones de crisis. En México, al concurso pueden acceder las empresas que tengan vencidas más del 35% de sus obligaciones o que no tengan activos de fácil realización para cubrir el 80% de sus obligaciones vencidas.
La declaración de concurso se solicita a un juez federal. El concurso consta de dos etapas, la conciliación y la quiebra. En la etapa de conciliación el objetivo principal es la consecución de un convenio entre la empresa y sus acreedores, el cual puede contemplar una reestructura administrativa y financiera, con la concesión de quitas y/o esperas por parte de los acreedores. La inyección de recursos frescos por parte de los accionistas de la empresa puede manejarse con ventaja en esta etapa del concurso. De no conseguirse el convenio se declara la quiebra de la empresa, procediéndose a vender los activos y a pagar con su producto a los acreedores hasta donde alcance.