El proyecto de Ley que Regula las Instituciones Públicas y Privadas de Salud elimina la medicina sistémica, así como la venta de adaptógenos. De igual forma, limita la actividad de la medicina alternativa, de forma tal de no generar "intrusismo médico".

Reseña Globovisión sobre este proyecto de ley donde el Ministerio con competencia en Salud y la Oficina Nacional Reguladora de Salud de las Instituciones Públicas y Privadas de Salud "se abstendrán de conceder permisos para el funcionamiento de instituciones que practiquen este tipo de medicina (sistémica) en el territorio nacional, en las cuales se ofrecen terapias alternativas que curan cualquier tipo de enfermedades sin ninguna comprobación de carácter científico".
Se considera "intrusismo médico" cuando la medicina alternativa "ejerza actos propios del médico". Todo lo que entra en la categoría de "intrusismo médico" queda prohibido de forma expresa en la ley. Finalmente se prohíbe la venta de adaptógenos "de los cuales no hay evidencia científica que avale sus propiedades clínicas y farmacológicas". En el proyecto queda terminantemente prohibida la difusión de publicidad y propaganda sobre medicina sistémica y adaptógenos en los medios de comunicación.
Los adaptógenos se conocen como sustancias naturales obtenidas a partir de algunas plantas y hierbas, que supuestamente proporcionan nutrientes especiales al cuerpo.
Estos denominados "adaptógenos" se conocen desde hace mucho y no son algo realmente novedoso, el Ginseng por ejemplo se ha empleado en la medicina tradicional china durante siglos (los beneficios son discutibles). Lo relativamente reciente es el uso combinado de estos "adaptógenos" por la llamada "medicina sistémica" para tratar enfermedades, que si bien es cierto no se deben descartar los posibles beneficios de las hierbas, es algo muy diferente poner en juego la salud de las personas en atributos que no están plenamente demostrados.
Tal vez debería ampliarse esta categoría a otros productos placebo destinados a quitarle los realitos a la gente. Por ejemplo, el Out-Fat y el Reduce Fat Fast, que supuestamente ayudan a bajar de peso, pero que no prestan ningún beneficio o efecto terapéutico notable.
6 comentarios
Como profesional formado dentro de la ciencias clasicas de la Farmacología, Terapeutica, Farmacognocia. ect. Me satisface que se halla tomado esa desición cientifico sanitaria.
Existen otros falsos médicos que promueven otros sistemas , estos tambien deberían ser investigados.
2. En que "zona" quedan los "oligoelementos" o concentrados de minerales que son inyectados al sistema circulatorio o la aplicación de picaduras de abejas para calmar dolores artriticos que no logran medicamentos de "farmacia" quiero saber como quedan estos "practicos" o especialistas en multiples terapias.
de la industria farmacéutica, y por tanto, la misma base de un negocio
de inversión a largo plazo valorado en miles de millones de dólares:
1. Conflictos legales insolubles, que se traducen en una avalancha de acciones
populares contra muchas empresas farmacéuticas por la responsabilidad
civil de sus productos.
2. Conflictos científicos insolubles, causados por los importantes adelantos
en terapias naturales no patentables que erradican de forma efectiva y en
buena medida las enfermedades como ámbito de mercado.
3. Conflictos éticos insolubles, que se traducen en la pérdida de credibilidad
de toda la industria farmacéutica, debido al hecho de que sus desorbitadas
tasas de patentes limitan el acceso a los medicamentos a la mayoría
de las personas y provocan la muerte prematura de millones de ellas.
4. Conflictos empresariales insolubles: el desenmascaramiento del modelo
de negocio farmacéutico como un fraude organizado.A lo largo del siglo XX, la industria farmacéutica se desarrolló y organizó con
el objetivo de controlar los sistemas sanitarios de todo el mundo mediante la
sustitución sistemática de terapias naturales no patentables por sustancias
sintéticas patentables y, por tanto, lucrativas.Esta industria no evolucionó de
forma natural. Al contrario, fue una decisión adoptada por un puñado de empresarios
adinerados y sin escrúpulos que querían hacer una inversión. Ellos
identificaron deliberadamente el cuerpo humano como su ámbito de mercado
con el objetivo de generar más riquezas.La fuerza motriz de esta industria de inversión fue el Grupo Rockefeller. Éste
controlaba ya más del 90% de la industria petroquímica en los Estados Unidos
en el cambio de siglo del XIX al XX, y estaba buscando nuevas oportunidades
de inversión a escala internacional. Otro grupo de inversión activo en
este sector se formó en torno al grupo financiero Rothschild.