Edad: 63 años. Ocupación: Minero
Mario es el más mayor de los 33 mineros que estuvieron atrapados bajo la tierra. Gómez aspiraba retirarse en noviembre. Su cuñada expresó: "Le pone a mi hermana que ahora va a salir un hombre cambiado y que la va a querer mucho más que cuando estaba acá afuera".
El minero chileno Mario Gómez expresó que la experiencia le cambió la percepción de la vida y que ahora es "un hombre distinto". "Muchas veces tiene que pasarle algo a uno para recapacitar y entender que la vida es una sola, y entonces uno piensa que tiene que cambiar". "Yo cambié, soy un hombre distinto", así lo reseña Noticias24 en su portal web.
Gómez agradeció con mucho sentimiento a Piñera por el rescate en curso. "Muchas gracias", dijo al menos en tres oportunidades. "Siempre tuvimos la fe que nos iban a encontrar".
El noveno minero rescatado, salió a la superficie agitando la bandera chilena, se arrodilló y rezó dándole las gracias a Dios de tal milagro. Y no es menor el gesto de este minero que en un accidente hace siete años perdió tres dedos de la mano izquierda, y que padece de silicosis.
Mario Gómez subió a la superficie a las 7.59 de la mañana.
Silicosis
Es una enfermedad pulmonar producida por la aspiración de sílice. Se caracteriza por una fibrosis que daña el tejido pulmonar, irreversible. Esta alteración produce deterioro de la función respiratoria y baja de las defensas, haciendo a las personas más propensas a enfermarse de tuberculosis y de cáncer pulmonar.
Están expuestos los trabajadores en labores a aspirar polvo de sílice en diferentes áreas de la producción: minería, metalurgia, industria química, pinturas, cerámicas, mármol, vidrieras. Tienen mucho menos riesgo las actividades como: industrias de filtros, aisladores, pulimentos, tuberías, termoaislantes, construcción y mampostería.

Prevención
Hay que mejorar las condiciones laborales: buena ventilación en las áreas de explotación; mejorar la tecnología, lo que se traduce en menor producción de polvo; uso de máscaras adecuadas, educación de los trabajadores, monitoreo estricto y permanente del ambiente de trabajo.
En febrero de 1968, se dictó en Chile la Ley 16.744, que establece normas sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. Esta ley establece cuáles serán las instituciones encargadas de vigilar esta patología, con lo cual se crean las mutuales de seguridad del trabajo; se indica cuál es el máximo nivel ambiental de sílice en las labores productivas; cómo efectuar la vigilancia, cómo diagnosticar la enfermedad y las medidas a tomar una vez diagnosticada, incluyendo las pautas para indemnizar al trabajador. Sin embargo, adolece de varias deficiencias, entre ellas, sólo el 7% de las empresas está obligada a tener un departamento de prevención de riesgos; no incorpora los avances tecnológicos ni diagnósticos.
