La opositora birmana Aung San Suu Kyi, fue liberada el sábado, luego de pasar más de siete años bajo arresto en su domicilio.
Con una gran cantidad de seguidores, que esperaban en las afueras del domicilio de Suu Kyi como testigos, las autoridades leyeron la orden de liberación.
"Ahora está en libertad", indicó el responsable oficial, sin identificarse. Minutos después, Suu Kyi apareció ante la verja de su casa en la capital birmana.

Más de 2.000 seguidores esperaron desde el viernes en las afueras de la casa, cantando y aplaudiendo mientras esperaban un veredicto.
Según lo expuesto por la BBC, la ganadora del Premio Nobel de la Paz dijo que iba a aprovechar cualquier oportunidad para hablar con los generales que dirigen Birmania, si ellos están dispuestos a hablar con ella.
Suu Kyi confirmó que no se le impusieron restricciones sobre sus actividades como condición de su liberación, pero dijo que también estaba dispuesta aasumir las consecuencias si el gobierno decidiera encerrarla de nuevo por lo que diga o haga.