Se muestran aquí cinco programas o software pensados para sacar el mayor rendimiento a las conexiones a Internet en Venezuela (que generalmente resultan estar por debajo de las expectativas)
Un vistazo al listado aquí reseñado nos permite concluir dos cosas: que son totalmente libres o que en su versión gratuita aún se puede disfrutar sin muchas incomodidades. Esa ha sido la premisa para comentar lo que podría ser unas básicas aplicaciones o programas que sirven para sacar el mayor provecho a las conexiones de Internet.
Mozilla Firefox
Se comienza con un navegador del que se ha dicho todo, pero todavía falta por comentar. Firefox tiene tantas aplicaciones, temas y añadidos como para entretenerse un buen rato y además, permite personalizarlo lo suficiente como para parecerse al usuario. No es contemporáneo con las conexiones rápidas, tampoco con las lentas. Es un ser casi único que pide tantos recursos como tenga la computadora por lo que la velocidad –y el uso de Internet- dependerá de lo que se añada al final.
ThunderBird
Lo emocionante del Thunderbird es que es sencillo, rápido y fácil de usar. Basta con configurar las cuentas de correo electrónico a revisar (está especializado en eso, en administrar múltiples cuentas) y listo, la conexión hace el resto. Se puede visualizar y redactar aún cuando los mensajes de entrada siguen llegando al son de las velocidades de nuestro proveedor de Internet.
Skype
Este es el panorama: tenemos cinco minutos en nuestra laptop o netbook para usar una conexión inalámbrica. Hay que hablar con cinco personas a la vez y el contador ha comenzado apenas encendemos el aparato en cuestión.
Es aquí donde resulta útil Skype, que tanto su versión gratuita como la de pago ofrecen una serie de opciones para agrupar a los contactos y comunicarse con ellos de la manera más eficiente y rápida posible. Yo coloqué el ejemplo de un ordenador portátil pero prácticamente está disponible hasta para los estornudos con chip así que termina siendo un software moldeado a los requerimientos técnicos del usuario.
Hay que abrirse una cuenta y listo, no será muy difícil conseguir contactos (y tampoco que lo consigan a uno).
Si lo mantienen abierto sin estar presentes, los mensajes siguen llegando sin necesidad de estar dependiendo de programas adicionales.
Spotify
Música donde sea. Ese debería ser el eslogan aunque ya habrá alguna red de emisoras o estaciones radiales en el globo terráqueo que lo utilice (consta que todavía no he nombrado a La Mega). Spotify se puede descargar en tantas computadoras como tenga el usuario aunque la versión gratuita tiene una limitación: después de tantos días no se puede usar fuera del país de origen.
He allí el problema para los que no residen en España y en una serie de países fuera de la Comunidad Europea. Como somos venezolanos (o latinoamericanos, ya no sé en realidad quién lee este blog) hay trucos, secretos, trampas, actos ilegales o como ustedes quieran llamarle, que sirven para poder acceder a este software. Basta con colocar las preguntas adecuadas en Google para conseguir tutoriales paso a paso.
Lo cierto es que si optan por usarlo sin pagar, conseguirán una versión atestada de publicidad itinerante y algo capada de sus funciones reales. No es mal de morir aunque es de considerar que un servicio 100 por ciento streaming por lo que si la música falla, nuestra música también (detalle a tener en cuenta a la hora de determinar en qué usarlo y para qué).
Dropbox
Con Dropbox pasa igual que algunas aplicaciones listadas aquí: se puede descargar en cuanta computadora tenga el usuario y su versión gratuita (de 2 GB de almacenamiento) se puede usar con toda tranquilidad sin pensar en publicidad o cancelar la opción de pago (eso sin usamos documentos pequeños).
Resulta que la función principal de Dropbox es compartir archivos de cualquier tipo, tan fácil como colocar el documento en una carpeta más del ordenador, cuando en verdad se está compartiendo al ordenador de otra persona.
No importa que se caiga o no la conexión a la red, siempre buscará el momento propicio para compartir los documentos, sin importar la velocidad en la que se está conectado (aunque siempre necesitará que el ordenador que envía esté encendido).
De esta manera tendremos una manera más fácil de transmitir una información sin necesidad de pendrive, aunque sí de la Web.
No olviden pasarse por la casilla de comentarios y dejar sus impresiones sobre esta primera entrega (faltan aquellas aplicaciones que se usan “en la nube”).