El Día Mundial del Ambiente fue establecido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 5 de junio de 1972, para marcar el inicio de la Conferencia de Estocolmo sobre el Ambiente. Otra resolución adoptada por la Asamblea General ese mismo día dio origen a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

También es un evento multimedial que inspira a miles de periodistas a escribir y hacer reportajes entusiastas y críticas acerca del medio ambiente. Es un acontecimiento visual con documentales televisivos, exhibiciones fotográficas y desplegados, así como un evento intelectual para aquellos que organizan y participan en seminarios, mesas redondas y conferencias.
En muchos países esta celebración brinda una oportunidad de firmar o ratificar convenios internacionales y, algunas veces, conduce al establecimiento de estructuras gubernamentales permanentes relacionadas con el manejo ambiental y la planeación económica.
Vea además: Día mundial de la Tierra.
Decálogo del Ciudadano Responsable con el Ambiente
- Usar sólo el agua que necesito y evitar su contaminación. El agua es vida y todos dependemos de ella.
- Disminuir la basura que genero, aprovechar aquellos residuos que puedan volverse a usar y promover el reciclaje tanto como sea posible.
- Ahorrar energía eléctrica en mi casa, mi colegio o universidad y mi comunidad, aprovechando la energía del sol.
- Cuidar las plantas, pues nos dan oxígeno, sombra, alimentos, medicinas y decenas de otros beneficios.
- Cuidar a los animales, recordando que las especies silvestres no son buenas mascotas. Existen muchos animales domésticos a quienes podemos brindar amor y compañía.
- Conservar el aire, recomendando a nuestros padres, familiares y amigos, mantener sus vehículos en buen estado, así como evitar fumar y quemar basura.
- Cuidar las áreas naturales, especialmente los parques nacionales, evitando la tala, la quema, la extracción de animales y plantas y la contaminación.
- Conservar los suelos, evitando arrojar contaminantes como aceites, insecticidas, basura y otros, que reducen su capacidad para la agricultura y el desarrollo de las personas, los animales y las plantas.
- Evitar generar ruidos molestos, hablando en un tono de voz apropiado y manteniendo el volumen de la música a niveles en los cuales el ruido no pueda hacerme daño, ni incomodar a mis familiares, amigos y vecinos.
- Recordar que mis derechos terminan donde comienzan los de los demás, actuando de manera responsable, solidaria, cooperativa y respetuosa con todos los seres vivos.