Tras el efecto Justin Bieber (donde se construyó los cimientos de su carrera musical mediante Internet) era cuestión de tiempo para que el fenómeno se repitiera…o al menos existiera un intento, esta vez en una joven de 13 años.

Se habla de una joven de 13 años que no se conformó con cantar con un cepillo en mano frente a un espejo sino que reunió 1400 dólares y le pagó a una disquera para grabar un sencillo y un video. El resultado: 30 millones de visitas en poco más de un mes. Con esa cifra se podría decir que alcanzó la meta de darse a conocer como la nueva “estrella” en época 2.0, pero nada más lejos de la realidad.
Según comentan en El Mundo, buena parte de los comentarios realizados han sido para criticar tanto la simplicidad de su letra como el tono de la voz, entre otros detalles estéticos. Ante cualquier barbaridad que se ha dicho en su contra, la chica ha reconocido que la afectaron al punto de hacerla llorar, y personalmente no creo que haya sido todo.
En un momento tan crucial en su estabilidad emocional como lo es la adolescencia, también la han hecho dudar hasta de ella misma: “creo que tengo talento a cierto nivel” (detalle quepasaría inadvertido si no hubiese gastado más de 3 cupos venezolanos de dólares porInternet para perseguir su sueño).
En el blog argentino de Los Andes se aventuran a decir que Black también fue actriz de la saga Crepúsculo, pero parece un simple dato erróneo o una manera letal de asociar a la ya detestada aspirante musical con una odiada serie de películas. Lo que si vale rescatar es una parte de la traducción de la letra que ellos realizaron:
"Hoy es viernes, mañana es sábado y el domingo viene después (…) es viernes, viernes, viernes... todo el mundo está esperando el fin de semana, fin de semana...".
Quedan con el video, que al momento de redactar esta nota tenía más de 26 mil votos positivos versus casi 222 mil en contra.