La novena edición del navegador de la Fundación Mozilla se llevó por delante a sus competidores al superar las previsiones.
En cuanto a navegadores de Internet, es irremediable mirar a los alrededores al hablar de Firefox, el benjamín de Mozilla, sobre todo cuando estamos en un año de relanzamientos, de renovaciones. No hace mucho Opera y Chrome (este último de Google) anunciaron mejoras, pero Microsoft se lanzó una de fiesta al anunciar más de 23 millones de descargas de la novena versión de su Internet Explorer, a tan sólo 24 horas de haber presentado al público.
Desde el principio, Mozilla se ha reído con el asunto al presentar en su sitio las cifras reales de descargas que a una semana de lanzamiento han sobrepasado la barrera de los 50 millones. El número pasaría inadvertido de no ser porque la aceptación ha sido más por el hype que por las prestaciones. Los cambios en Firefox 4 realmente han sido más estéticos y de rendimiento.
De resto, vemos elementos que ya impuso en su momento Chrome y que, para ser franco, se han vuelto repetitivos. Lo que podría resaltar es la versión móvil del navegador que resulta una novedad por su excesivo tiempo que estuvo “incubándose” y que al final, no ha sido de agrado para todos, aunque sigue siendo atractiva la posibilidad de sincronizar las pestañas y los favoritos con la versión de escritorio.
Las otras características incluyen una interfaz simplificada y mejorada, con mayor aprovechamiento de los espacios, más configurable. Quedan con un video explicativo de la compañía donde explican las nuevascaracterísticas. No es precisamente una animación con el entretenimiento de Toy Story, pero al menos explica las novedades (aunque en inglés).