Domínalos ahora mismo y no permitas que saboteen tu régimen alimenticio. Conoce los nuevos consejos que proponen algunos expertos para controlar el apetito.
Los primeros días son los más difíles. Aunque tal vez no elimines del todo tus viejos antojos, cuanto más tiempo los ignores menos aparecerán. De hecho, es probable que empieces a desear los alimentos de tu nueva dieta.
Disfruta de unas nueces: toma dos vasos de agua y 30 gramos de frutos secos (6 nueces, 12 almendras o 20 cacahuates). "En 20 minutos cambiará la química de tu cuerpo, por lo que podría desaparecer el antojo y disminuir el apetito", dice el doctor Roizen , colmnista de la revista Selecciones.
Saborea un café: en lugar de comer una golosina, bebe un café a pequeños sorbos. La cafeína te saciará el hambre, con lo que ahorrarás muchas calorías, señala Roizen.
Relájate: como el estrés es uno de los factores que más antojos provoca, aprende a manejarlo para evitarte el consumo de cientos de calorías al día. Práctica algún ejercicio, camina, haz respiraciones profundas...
Toma una siesta: Los antojos no solamente atacan cuando estás aburrido, también lo hacen cuando estás cansado. Acuéstate, cierra los ojos y recárgate de energía.
Refréscate: cepíllate los dientes y haz gárgaras con enjuague bucal de menta. "Cuando tienes la boca limpia y fresca no quieres echar a perder esa sensación", señala Samar Yorde, especialista en obesidad.
Distráete: si lo único que quieres es un chocolate, se trata de un antojo, no de hambre. Los antojos, por lo general duran 10 minutos. Piensa en otra cosa: escucha música o haz ejercicios.
Consiéntete con medida: cada tanto está permitido un helado, o chocolate, pero opta por el más pequeño. Si tienes la necesidad de comerte una golosina, compra un paquete a la vez, que no tenga más de 100 calorías y luego camina 15 minutos para quemarlas.
Sé precavido: cambia tu rutina para no pasar frente a la panadería o la pizería. Cuando sabes que viene la celebración de un cumpleaños, guarda suficiente calorías para integrarlo a la dieta sin remordimientos.