Hasta el momento, el Gobierno reconoce 22 muertos (extraoficialmente la cifra es de 37) y otros 52 heridos, incluyendo familiares que estaban de visita en la cárcel de El Rodeo I, ubicada en las afueras de la capital.
El gobierno del presidente Hugo Chávez creó el Ministerio para la Atención Integral Penitenciaria, un nuevo despacho del Poder Ejecutivo para "profundizar el plan estratégico de humanización del sistema penitenciario y dignificar la vida de la población privada de libertad", según dijo el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami.
Sería el ministerio número 28 del gabinete venezolano, y nace con un presupuesto inicial de 96 millones de dólares para tratar de mejorar las condiciones de vida de los reos, marcadas por el hacinamiento, la insalubridad, la violencia y el retardo procesal, puesto que más de la mitad de los presos del país aún no han sido oficialmente sentenciados por algún tribunal, así lo reseña El Tiempo en su web.
El Aissami indicó que además de los 22 fallecidos hay 14 reclusos en hospitales como consecuencia de las heridas del enfrentamiento. De los 82 heridos, los 68 restantes ya fueron devueltos a la cárcel, pues sus heridas eran menores.
Familiares de presos, sin embargo, afirman que quedan heridos e incluso cadáveres dentro del penal, y que esa es la razón por la cual la visita fue suspendida sin previo aviso durante el miércoles.
Desde hoy están en huelga de hambre
Internos del El Rodeo I iniciaron una huelga de hambre porque consideran que es "inminente que la Guardia Nacional Bolivariana vaya a tomar el penal". Uno de los internos del recinto, que no quiso revelar su nombre, expresó: "Arrancó la huelga de hambre porque no vamos a permitir que la Guardia siga con las amenazas. Si ellos quieren violencia, le responderemos con violencia". Aseguró que ya entre los presos no hay problemas, "el penal está en paz pero la Guardia insiste en meterse y no lo vamos a permitir".
Los reos leyeron un documento en el que piden al Gobierno y a la sociedad que escuchen sus planteamientos, entre los que destacan que se elimine el problema del hacinamiento en las cárceles, el retardo procesal y hasta la basura acumulada en las cárceles. Consideran que la intervención de la GNB a las cárceles "sólo contribuiría a derramar más sangre" y confesaron estar dispuestos a enmendar sus errores y establecer una mesa de diálogo con las autoridades.
El diputado de la Asamblea Nacional, Juan Soto, se reunió con los líderes de la cárcel y el director del penal, Cecilio Hernández, para negociar una pacificación del problema y sólo lograron un pacto de no agresión a los internos. El diputado Soto conversó con los familiares al finalizar la reunión y aseguró que no habrían traslados y que la Guardia Nacional Bolivariana no ingresaría al penal, así lo explica El Nacional.