Aunque fue el pasado viernes que el Poder Legislativo suizo aprobó una modificación legal que facilita el intercambio de información bancaria (en caso de investigaciones por fraudes) ya las cifras millonarias estaban disponibles en Internet

Vale entonces mencionar el aspecto noticioso: el viernes pasado, el Parlamento suizo aprobó flexibilizar el intercambio de información bancaria en caso de investigaciones por fraudes comprobados por autoridades internacionales.
Esto no afecta ese secretismo bancario que ha hecho popular al país (y que incluso, lo tienen por ley) sino que beneficia a países con economía en desarrollo, que es donde proviene más de la mitad del dinero depositado en las entidades bancarias locales.
Es así como podemos conocer con mayor facilidad las cifras que el país europeo ya ha compartido, como en el caso de los mandatarios de los países árabes.
Así encontramos que al líder libio Muamar el Gadafi se le retuvo poco más de 280 millones de euros en activos personales y de su círculo cercano. Los numeritos quedan cortos si se comparan con los del depuesto presidente egipcio Hosni Mubarak que guardaba la nada despreciable cifra de 319 millones 860 euros.
La tabla demostrativa termina con el ex presidente de Túnez, Zineel Abidine Ben Ali, que se le retuvo una cantidad inferior a sus dos homólogos: 46 millones 808 mil euros.
Sobre el futuro de estos fondos, Suiza no ha revelado alguna medida especial (al menos no más de lo que establece por sus instrumentos legales) pero ya por antecedentes se puede dar algunas señas de los procedimientos. En el caso del Presidente nigeriano Sani Abacha, la pugna duró entre cuatro y cinco años y se le devolvió al final al país 624 millones de euros.
Habría que ver si en un futuro la intención de Suiza de mejorar su imagen internacional da resultado sin cambiar su tradicional hermetismo bancario.