Los integrantes de Menudo se convirtieron en embajadores de la Unicef. Niños huérfanos o de bajos recursos acudían a los conciertos del grupo. Para ese tiempo Menudo ya figuraba como una maquinaria enorme de éxitos.
El concierto más pequeño constaba de 70 mil personas y el mayor fue un récord mundial de 200 mil, en la ciudad de Sao Paulo.
Ricky y los demás integrantes del grupo compartieron con niños a los que la vida no les dio el buen trato del que ellos disfrutaban. "Aprendí a ver la vida desde otro punto de vista, a comprender lo que realmente es valioso y lo que no, lo cual es una lección más que importante cuando se es un adolescente que vive en un mundo de lujos y abundancia”. Años después se dio cuenta de que toda la labor que hizo con los niños no fue más que el inicio de su trabajo filantrópico que lo realiza aún en la actualidad.
Sin lugar a dudas, el paso de Ricky Martin por Menudo fue trascendental para su carrera profesional como solista. En Menudo creció y se desarrolló de niño a adolescente. Todo fluyó. Para el año 1987, el grupo Menudo cambió su imagen a un estilo roquero, lanzan el disco en español Somos los Hijos del Rock que obtuvo grandes ventas en Estados Unidos, al igual que In Action y Sons of Rock.
Para este tiempo no cambió la forma de trabajar, por el contrario, las entrevistas, giras y viajes se triplicaron de tal forma que Ricky Martin, ya para su último año en el grupo, estaba harto de ser parte de él. Le gustaba subir al escenario pero se sentía exhausto. Permaneció en la agrupación cinco años.
En julio de 1989 se despidió de Menudo. La despedida fue en el mismo teatro donde debutó. Regresó a su casa sin tener la menor idea de qué haría con su vida. Lo primero, culminar la secundaria. Lo segundo, era incierto. Por el momento necesitaba reconectarse con su familia, tenía cinco años viviendo alejado de ellos. Se sentía perdido a pesar de que su vida laboral era un éxito; desde los 12 años hasta los 17 nunca tomó una decisión. Le tocaba ahora asumir las riendas de su vida.
Despedida de Ricky Martin de Menudo, México, 1989:
Decisiones
Con la salida del grupo Menudo Ricky comenzó a dudar de que realmente la música era su vida, su camino. "Menudo fue para mí una experiencia increíble que me enseñó mucho del negocio de la música, pero sobre todo acerca de mí mismo. Sin embargo, el trabajo fue tan fuerte y tan intenso que me dejó confundido en cuanto a mi pasión".
Al cumplir la mayoría de edad pudo disponer de su dinero y decidió irse a vivir a Nueva York. Vivió un tiempo con unos amigos recién casados, allí conoció la Gran Manzana, luego se instaló en su nuevo hogar, un sitio pequeño en Long Island City. Allí permaneció nueve meses, pensando, reflexionando, sintiendo. Necesitaba encontrarse consigo mismo y decidir qué hacer.
Un día se le presentó la oportunidad de visitar a un amigo en el DF de México. La idea inicial era quedarse por unos días. Pero esos días se convirtieron en semanas. Una noche fue al teatro a disfrutar de una obra producida y protagonizada por sus amigas: Angélica Ortiz, Angélica María y Angélica Vale.
La obra se llamaba Mamá Ama el Rock y era una comedia musical. Tenía mucho tiempo que no conversaba con ellas, le preguntaron y el mintió diciendo que estaba estudiando. De inmediato una de ellas le ofreció entrar a la obra, él de insofacto aceptó. Así entró al mundo de la actuación.
Una de las noches en el teatro asistió un afamado productor que lo vio y de inmediato lo invitó a participar en la novela del momento en México: Alcanzar una Estrella. Por supuesto que aceptó. Participó en la segunda etapa de esa producción y en la película que llevó por nombre Más que Alcanzar una Estrella. Esto no fue más que un trampolín, del teatro pasó a la telenovela, de la telenovela al cine y del cine volvió a la música…

Hoy, analiza sus inicios y no se arrepiente de haber abandonado a su isla Puerto Rico. Sacrificó su niñez, su adolescencia, familia y amigos; se perdió de muchas cosas. Se perdió a sí mismo. Pensó que "podría conseguir la felicidad fuera de él, en lugar de dentro"…
Enrique Martin Morales reconoce que todo el proceso, si se quiere doloroso, fue necesario para fusionarse con Kiki el niño amado por su familia y el Ricky, reconocido, admirado y respetado por todas sus fans en el mundo entero.

¿Menudo?
Edgardo Díaz a finales de los años 70. Tras el éxito al manejar la agrupación juvenil La Pandilla (de 1973-1976) regresó a Puerto Rico para formar otra con adolescentes cuyos miembros se rotaran a medida que crecieran. Un miembro sería sustituido si llegaba a los 16 años de edad, si cambiaba de voz, si le crecía el vello facial, o si se volvía demasiado alto.
La primera formación incluyó dos pares de hermanos: El primero, conformado por Ricky Meléndez, Carlos Meléndez, Oscar Meléndez; el segundo por Fernando y Nefty Sallaberry. El nombre del grupo vino después de un incidente durante su segundo ensayo cuando la hermana de Díaz entró al garaje de la casa donde los cinco chicos jóvenes se encontraban bailando y cantando. Ella, de inmediato exclamó en voz alta: "¡Qué mucho menudo hay aquí!", la frase pegó y el grupo fue llamado Menudo.