Sus orígenes están en la prehistoria. Se tiene constancia de ello, gracias a los fósiles del año 7000 a J.C hallados en unos yacimientos en la India, del período neolítico.
También existen pruebas, que en la India se consume desde la antigüedad, así como en China, ya que pasó desde la India.
A Europa llegaron probablemente desde Egipto y Palestina y hasta el siglo XVI se utilizaba seco, para dar de comer a los animales. Desde ese momento, empezaron a consumirlo los hombres y a cultivarlo, para comerlo fresco.
El guisante es un tubérculo que pertenece a la familia de las leguminosas y a la subfamilia de las papilionoideas. Necesita de un clima templado, algo húmedo.
Los principales productores de guisantes son: India, China, EEUU, Francia y Reino Unido. Su uso en cocina está asociado a platos delicados y guarniciones sofisticadas en alta cocina. Los guisantes aportan muchas fibras, minerales, azúcares, 78 % de agua, proteínas, hidratos de carbono, calorías.
Los guisantes aportan:
- Vitaminas: mucha vitamina A.
- Minerales: Potasio, fósforo, calcio, sodio, hierro.
- Otros: Nianina, ácido ascórbico, tianina, riboflavina.
Beneficios y propiedades. Recomendados para:
- Indicado para diabéticos.
- Esfuerzos físicos, cansancio y debilidad.
- Ayuda a eliminar el colesterol.
- Tranquilizante, bueno para el sistema nervioso, el estado de ánimo, para el sueño.
- Para los estados de inapetencia.
Los guisantes se clasifican teniendo en cuenta sus características (forma de las semillas en la maduración, tipo de cosecha: temprana, media y tardíos, tamaño de la planta, etc).
Las variedades más consumidas son: Negret, Teléfono, Tirabeque, Bayard, Capuchino, Vertirroy, Lincoln, Teleción, Islam, Voluntaio, Albillas guarreras y nanas.
En los supermercados hay una amplia oferta de guisantes: frescos, congelados, al natural o cocinados.
Mejor época: Los guisantes son una cosecha de estación fresca (primavera u otoño). El mes de abril, es excelente.
Consejos para su compra: Si se compran frescos, las vainas deben de estar sin marcas, tersas y de un color verde brillante. Deben de estar separados por clases y procedencias. No deben mezclarse, porque cada una tiene unas características y puntos de cocción diferentes.
Conservación: En el momento en que la vaina del guisante se separa de la planta y ésta se va secando, los azúcares simples abundantes, se van transformando en almidón, perdiendo su textura y su sabor. Los guisantes frescos conviene tomar pronto, al contrario de los guisantes secos que duran mucho.
La mejor forma de consumirlos es al vapor o hervidos, pero muy poco cocinados, para que no pierdan sus vitaminas ni la mitad de sus propiedades.
Con ellos se puede hacer sopas, purés, se meten en estofados o guisos, en arroces o en ensaladas. En el caso se añadirlos a un arroz o un estofado, se echan cinco minutos antes de apagar el fuego, para que no se deshagan y no pierdan sus vitaminas y sabor.
Del guisante puede aprovecharse el grano y o la vaina. De hecho, hay recetas con guisantes desgranados y tirabeques para hacer enteros que por ejemplo son una excelente guarnición.