El ajoporro, puerro, porrón, porro, es una planta herbácea, anual o bienal, perteneciente a la familia de las liliáceas; especie de cebolla, aunque no forma cabeza como ella de la cual se diferencia en el sabor, que es mucho menos perceptible que el de la cebolla, y no tiene picante, con el bulbo alargado y sencillo.
En medicina casera se utiliza el bulbo y semillas del ajo porro para:
Tiene propiedades diuréticas, tomado en infusión. En su uso externo se emplea en cataplasmas para el tratamiento de los abcesos y tumores.- Siendo aperitivo, resolutivo y calmante, el ajoporro es un gran alimento y bueno contra las irritaciones del pecho. Es quizás, el mejor remedio contra la pleuresía: cocer bajo cenizas calientes, en una hoja de repollo, unos puñados de la parte blanca de los ajoporros, aplicándolos luego sobre el costado del enfermo; o si no, freírlos en buen vinagre, en una sartén.
- El caldo de los ajoporro y de los nabos es muy bueno contra la afonía, las debilidades del pecho, etc. Y se hacen, con esta planta, caldos para irrigaciones de gran resultado para combatir el estreñimiento o los dolores de los riñones.
- En los sofritos supera en delicadeza a la cebolla, otorgando un sabor más fino al conjunto.
- Gratinado con bechamel, cocido y aliñado con una vinagreta ligera, añadido a potajes y cocidos, los manojos de puerros están ganando su rincón en todas las despensas.
- Esta hortaliza tiene virtudes emolientes. Por ellas atenúan las bronquitis, laringitis afinando la voz como lo hace la hierba de los cantores. Por su riqueza en mucílago y celulosa, los puerros son también un excelente laxante, con una suavidad y eficacia equiparada a las de la semilla de lino.
- Útil en el reumatismo, diurético, ligero, rico en vitaminas A y C, el hermoso ajo porro tenía la fama de curar la esterilidad entre los antiguos griegos.
- Cuando vaya a comprarlos elija los pequeños, con la parte blanca muy firme y las hojas bien verdes nunca amarillentas. En la nevera se conservan semana y media, pero cocidos deben comerse lo antes posible, pues en 24 horas desarrollan sustancias nocivas.

En su uso externo se emplea en cataplasmas para el tratamiento de los abcesos y tumores.

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