El sésamo es originario de Asia, de la India y de África según otros y de ahí se extendió por toda la cuenca mediterránea.
Los esclavos africanos, que eran llevados a América, las llevaron consigo, ya que era un alimento básico en sus platos. Les servía para espesar y condimentar a la vez.
El sésamo es la semilla de una planta herbácea, que pertenece a la familia de las peliáceas. Las semillas son redonditas y su color puede ser blanco o gris o anaranjado o marrón. Se trata de las semillas oleaginosas más utilizadas en la cocina y repostería internacional, sobretodo en la oriental.
Conservación del sésamo: Se venden las semillas enteras y van en tarritos de cristal herméticos. Se guardan en un lugar fresco y seco.
Propiedades medicinales de la sésamo: Las semillas de sésamo son beneficiosas para el tránsito intestinal, baja los niveles de colesterol y también es beneficioso para el crecimiento de los huesos y dientes.
Las semillas de sésamo conforman un alimento muy rico en nutrientes, entre los que se destacan la grasa saturada y polinsaturada, proteínas e hidratos de carbono, además de unos compuestos naturales denominados lignanos, los cuales son convertidos en fitoestrogenos por las bacterias intestinales que resultan especialmente beneficiosos para tratar la fibrosis.
Estos fitoestrogenos, una vez producidos por el organismo, se unifican con los estrógenos naturales y complementan sus niveles hasta alcanzar un grado óptimo, pues el estrógeno desciende durante la menopausia, aumentado el riesgo de desarrollar fibromas o padecer enfermedades como la osteoporosis y problemas cardíacos.
Una buena forma de consumir lignanos naturales y fomentar la producción de fitoestrogenos, es mediante las semillas de sésamo enteras o en forma de aceite, lo que además permitirá agregarlo a sus comidas y así añadirlo fácilmente a la dieta durante su tratamiento del fibroma.
El sésamo es una planta que posee propiedades que la hacen muy útil tanto en lo culinario como en lo medicinal. Su nombre científico es Sesamum indicum, crece anualmente para brindar hojas largas y semillas que añaden un sabor semejante al de la nuez a muchos platos orientales.
Valor nutricional
El sésamo contiene dos sustancias singulares: la sesamina y la sesamolina, que pertenecen a una familia de fibras cuyo consumo reduce el nivel de colesterol.
Es una fuente excelente de fitosteroles, compuestos con una estructura química semejante al colesterol, que disminuyen la presencia de este dañino elemento en el organismo. También fortalecen el sistema inmunológico y reducen el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer.
Las semillas de sésamo crudo contienen una cantidad elevada de minerales: cobre, calcio, magnesio, zinc, hierro, fósforo y potasio. El cobre reduce las inflamaciones y los síntomas de las artritis reumatoides. Igualmente es muy beneficioso para fortalecer los vasos sanguíneos, los huesos y las articulaciones. Al consumir este tipo de semillas, el organismo está ingresando un alto contenido vitamínico y proteico. Especialmente las vitaminas A y E, reconocidos antioxidantes.
Beneficios en la medicina
Las semillas de sésamo poseen una interesante cantidad de proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido esencial. Las grasas que contiene son grasas buenas, es decir, grasas insaturadas, lo que junto a su contenido en lecitina las convierte en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Además, contienen diferentes minerales como el calcio, que interviene en la formación de huesos y dientes: 100 gramos de sésamo integral contienen 1.500 miligramos de calcio.
También posee hierro, que desempeña numerosas e importantes funciones en el organismo, y zinc, mineral que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.

Las semillas de sésamo son ricas en fibra, aún más si se consumen de manera integra, por lo que su ingesta resulta beneficiosa para la regulación de la función intestinal, corrigiendo la constipación.
La forma más común de adquirir y consumir el sésamo es en forma de semillas. Estas pueden estar ya incluidas en productos como barras de cereal, el pan tostado o en forma de galletas, o bien pueden añadirse a gran variedad de platos. Resultan exquisitas espolvoreadas sobre frutas (excepto cítricos), ensaladas y en platos de pasta o arroz, gracias al peculiar sabor y textura que presentan. La cantidad aconsejada es de 2 cucharadas soperas diarias de semillas integrales molidas.
- Antioxidante: Sus propiedades antioxidantes se deben a la presencia de un elemento llamado "ajonjolí de lignina" que favorece la producción de ácidos grasos y reduce el envejecimiento. El "fitato" es también un poderoso antioxidante que ayuda a inhibir el crecimiento de células cancerosas.
- Prevención de la resaca: La sesamina contenida ayuda a que el hígado descomponga los efectos causados por el alcohol y todas las sustancias que generen una intoxicación en el cuerpo. Así que, luego de una noche de mucho beber te recomiendo que almuerces una ensalada con semillas de sésamo.
- Tratamientos de belleza: Recientemente se descubrió que el sésamo, tanto en semillas como en aceite, era utilizado en la antigüedad como producto de embellecimiento. Hoy por hoy, los expertos naturistas lo eligen como un fortalecedor para el cabello y un gran ingrediente para mantener la piel saludable.
- Prevención del estrés: Si se consume con una regularidad determinada, las semillas pueden ser capaces de reducir la tensión debido a sus componentes químicos. Sus efectos apelan a reducir la fatiga y el insomnio, otorgando fuerza y vitalidad a aquellos que la consumen.
- Alivia el estreñimiento: Su alto contenido de fibras ayuda a suavizar el funcionamiento del intestino, facilitando el proceso de eliminación de desechos.
Anímese a incorporar el sésamo a su dieta como aderezo de ensaladas o acompañamiento para sus recetas.