La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera una que otra vez durante períodos cortos.

Lo más recomendable es buscar ayuda de los profesionales de la salud.
La depresión es la enfermedad mental más frecuente de nuestro tiempo, afecta a hombres y mujeres: a niños y adolescentes. Adultos y ancianos, sin importar sus creencias, cultura o nivel socio económico.
Según la Organización Mundial de la Salud estima que existen 120 y 200 millones de personas en el mundo que sufren de esta enfermedad, lo cual representa aproximadamente el 3% de la población mundial.
La depresión no solo afecta el ánimo sino también el organismo y la manera de pensar, interfiere en todo los aspectos de la vida de un individuo, perjudicando gravemente sus relaciones sociales y su bienestar.
Los síntomas de la depresión abarcan:
- Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
- Pérdida de placer en actividades habituales.
- Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
- Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
- Cansancio y falta de energía.
- Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
- Dificultad para concentrarse.
- Movimientos lentos o rápidos.
- Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
- Sentimientos de desesperanza y abandono.
- Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
Claves para superar la depresión
- Actívate, haz todo ese tipo de cosas que antes te generaban ilusión.
- Positiva tus pensamientos, busca con todo tu interés el lado positivo que todas las cosas tienen.
- Desarrolla tu autoestima, acéptate como eres, no necesitas ser "más", ríndete, cuanto más quieres cambiarte, más te criticas y más disminuyes la autoestima.
- Desarrolla tu asertividad y mejora las relaciones personales en tu entorno, con mayor capacidad para defender tus derechos e intereses personales.
- Vive tus emociones y desarrolla tu inteligencia emocional, aprendiendo a reconocer y aceptar tus emociones aunque no sean agradables, como la tristeza, la soledad o el abandono.
- Afronta las situaciones y actividades desagradables pendientes, que has tratado de evitar y te ocasionan estrés e inquietud.
- Establece objetivos en tu vida, aunque sean modestos. Haz una lista y empieza a caminar hacia ellos.
- Dedica un tiempo al día a relajarte, con actividades como respirar profundamente o practicar relajación.
- Deja en silencio tu mente, no le des más vueltas a tus pensamientos, es inútil, no luches contra corriente, déjate fluir.
- Aprende a solucionar tus problemas, mejorando tu capacidad de discernimiento y toma de decisiones.
Información de: Medline Plus