Nació como un movimiento de oposición a la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial), este se dedicó a destruir los pocos valores que quedaban, tanto en la vida como en el arte de aquél entonces.

El dadaísmo, a diferencia de muchas corrientes artísticas, surgió concientemente como un estilo de arte, o mejor dicho como un antiarte. Nunca antes en la historia de este se había desarrollado un movimiento como tal, que frente a tantas maneras de experimentar, nuevas técnicas y con diversas propuestas caprichosas, saliera a la luz, la idea de una posición de franco rechazo a cualquier forma de cultura y creación artística, así como de cualquier tipo de comunicación lógica, racional y coherente. Prácticamente se podría decir que el resultado del shock emocional que dejó la Gran Guerra se reflejaba en las obras los autores.
Resultó ser que para los artístas seguidores del Dadaísmo, todas las cosas cotidianas y los objetos pertenecientes de la realidad podían ser motivo de arte, de manera tal que le pudieran dar una soltura total a la imaginación y así poder crear imágenes carentes de valor estético, pero con un alto grado de simbolismo, este se hacía notar gracias al título que el artista le regalaba a la obra: que casi siempre jugaba con el doble sentido o con una ambigüedad cargada de humor.

Protesta artística
Los autores dadaístas, no tenían ni el mas mínimo interés por las cualidades plástico-formales de la obra, de hecho, desde un principio tomaron posiciones contrarias al sentido común (sobre todo del arte), proponiéndose ante todo escandalizar y violentar al público burgués. Su deseo de querer exteriorizar lo irracional e ilógico de su imaginación llegó a convertirse en el medio de manifestación y protesta ante la civilización y sus instituciones.
La corriente dada estaba en contra de la belleza eterna y de la eternidad en general, contra las leyes, contra la inmovilidad del pensamiento lógico-artístico, contra lo universal. Más que una tendencia artística y literaria, el Dadaísmo fue una postura y una actitud ante la vida, fue un intento por conciliar la fractura entre el arte y la vida misma. Los artistas ni siquiera lo reconocieron una corriente artística en sí, ya que no había secreto, no había técnica que enseñar.
Entre los autores más destacados en este movimiento, se encuentran Man Ray, Francis Picabia y Marcell Duchamp, este último, calificado el más destacado entre los tres; aunque no existió precursor alguno del movimiento, Duchamp puede ser considerado como el dadaísta más provocador e inteligente de todos.
El Ready Made de Duchamp
El Ready Made fue un término acuñado para la expresión artística de Marcell Duchamp, fácilmente se podría definir como la reutilización de objetos para una obra de arte. Si recordamos lo leído anteriormente, se mencionó que para los dadaístas todo objeto cotidiano era significado de arte.
El Ready Made consistía prácticamente en transformar los objetos que eran cotidianos, de manera tal que quedaran inutilizables, pero siempre conservando la forma de este, de esta manera se generaba lo que los artistas querían: la crítica por lo absurda que podía resultar la obra. Los ready Made más famosos son La rueda de bicicleta y La Fuente, ambos de Duchamp.
