A la hora de realizar cualquier ejercicio o deporte, es imprescindible hacer un calentamiento previo de los músculos para evitar lesiones.

Comenzar con una caminata suave que debe durar por los menos quince minutos. Durante la primera fase del calentamiento, se preparan los grupos musculares principales del cuerpo. Esto se logra también pedaleando una bicicleta estática o una máquina elíptica con una resistencia baja.
El lapso de calentamiento también debe incluir una fase de estiramiento, ya que antes del ejercicio los músculos y articulaciones no están preparados para el esfuerzo al que se va a someter y al no estirarlos bien, existirá la posibilidad de sufrir un tirón.

Según los médicos del deporte, el calentamiento debe incluir:
- Ejercicios de movilidad articular, para preparar las articulaciones
- Actividades de elevación del pulso, para preparar el aparato cardiovascular
- Suaves estiramientos sostenidos, para preparar los músculos, ligamentos asociados y tejidos conectivos
- Movimientos relativos a la actividad propiamente dicha, para preparar el aparato neuromuscular.
Cuando hacemos ejercicio nuestros músculos y articulaciones trabajan fuertemente y se contraen y expanden varias veces. Cuando terminamos de ejercitarnos, es muy recomendable realizar estiramientos para que el músculos y las articulaciones reduzcan su intensidad por el esfuerzo y vuelvan a su estado natural.
Además de reducir la tensión muscular, mejorar la postura y prevenir lesiones, los estiramientos contribuyen a optimizar la coordinación y fluidez de nuestros movimientos, así como de la circulación sanguínea.
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