Todos lo hemos vivido. Los problemas para dormir, la falta de sueño o las pocas horas disponibles para descansar tienen como consecuencia una jornada laboral mucho más larga de lo que en realidad es, y el simple hecho de notar cómo se nos cierran los ojos llega a desesperar.
El tip más útil será, lógicamente, el de dormir bien la noche anterior puesto que de lo contrario el sueño durante el trabajo nos impedirá realizar todas las tareas que debemos completar. Tardaremos mucho más, estaremos más despistados y nuestra concentración estará limitada. No es lo mismo estar en la oficina totalmente despierta, que realizar el trabajo de cada día habiendo dormido tan sólo cuatro horas. Es preferible ir a la cama a las diez de la noche y notar al día siguiente cómo mereció la pena y de qué manera podemos trabajar con más energía.
Si te sientes a más no poder y bostezas sin parar, es hora de levantarte de tu silla y caminar un poco. El simple hecho de cambiar de posición le manda una orden al cerebro y éste se activa, más aún si te pones a caminar o a realizar alguna otra actividad. ¡Quedarte sentada es lo peor que puedes hacer!
Beber agua es otro remedio simple pero efectivo. El agua te hidrata y por lo tanto, te sentirás vigorizada aunque no hayas dormido.
Sin embargo, no a todas les gusta el agua así que un poco de cafeína puede ser la solución. No obstante, te recomiendo tomarte una taza de café a sorbos y lentamente a lo largo de día en lugar de hacerlo en un momento, así el efecto será duradero y no te sentirás demasiado excitada.
Si tienes una oficina con aire acondicionado, es hora de bajarle la temperatura, el cuerpo por naturaleza necesita cierta temperatura para relajarse así que castígalo un poco y oblígate a estar alerta.
Desayuna. Esto te dará mayor energía para enfrentar el día.Puedes encontrar consejos en "cómo se siente tomar desayuno a primera hora de la mañana"
Otros consejos para evitar el sueño en las horas de trabajo consisten en refrescarte el rostro con agua siempre que notes el cansancio, o escuchar música a través de tus auriculares para no molestar a tus compañeros. Los olores desagradables y fuertes tales como el de un café pueden ayudarte a estar despierto en tu oficina, y la luz natural reducirá tu sueño. Procura añadir otra lámpara en el caso de que dispongas de poca iluminación en tu despacho, y opta siempre que puedas por la luz natural, ya sea abriendo una ventana o saliendo a la calle durante algunos minutos. Y por último y aunque cueste creerlo, siéntate con la espalda recta y piensa que una silla cómoda será tu peor enemiga si lo que buscas es evitar que tu jefe te descubra durmiendo.
