A 3.142 metros sobre el nivel del mar en el estado Mérida de Venezuela, se encuentra un pueblo sumamente cautivador, donde podrás relajarte, compartir con las mismas familias que te brindan alojamiento, conocer más sobre la cultura merideña y por supuesto tener un encuentro más cercano con Dios.

San Rafael del Páramo de Mucuchíes, es considerado el pueblo más alto de Venezuela, está ubicado muy cerca de río Chama, por lo cual una de sus principales fuentes de ingreso, aparte del turismo, es la siembra; en su cuenca se cultivan varias hortalizas como la papa, la zanahoria y el ajo. Es difícil despegar los ojos del paisaje que te brinda el callado pueblo, ya que desde que entras en sus carreteras te cautiva con las lagunas, las cumbres coloridas que lo rodean y las pintorescas casitas que están levantadas en sus tierras.
El pueblo está ubicado entre Apartaderos y Mucuchíes y fue fundado el 17 de agosto de 1872; el frío clima de zona te invita a conocer más adentro la singular población, entre sus calles se pueden adquirir distintas cositas como ruanas, cobijas y sombreros artesanales que sirven de obsequio o de un simple recuerdo. Los paseos no se quedan en el pueblo, acá no solo podrás contemplar la belleza de las montañas que se levantan imponentemente alrededor de San Rafael, también podrás adentrarte en la aventura de conocerlas muy de cerca. Hay excursiones con guías expertos que dan un ameno recorrido por las lomas y lagunas más cercanas, como El Potero, Michurao, El Hoyo y la Lagunita de Afuera. Como nunca falta una recomendación, la de esta oportunidad, es que vayan bien abrigados y con un guía, ya que debido a la altura en la que se encuentra el pueblo pueden llegar a sufrir de mal de páramo y desorientarse.
De este pueblo es oriundo Juan Félix Sánchez, un artista plástico venezolano, ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1989 y autor de la principal atracción turística de la población: La Capilla de Piedra en honor a la Virgen del Coromoto. Esta Capilla ubicada en la montaña El Tisure, sobre el Valle Potrero es una obra arquitectónica totalmente artesanal, creada por las manos del artista antes mencionado y de muchos de los pobladores en aquél tiempo, la base de esta es de piedras, rocas, conchas y maderos. La Capilla de Piedra fue decretada Patrimonio Cultural de Venezuela.
Detrás de la Capilla también se puede visitar la casa del famoso artista, quien donó su morada para que en nuestro días se cumpliera su sueño de ser utilizada como un museo municipal, acá se exponen sus obras, fotos y reconocimientos por su gran labor. A este mini centro turístico se puede llegar de distintas formas, entre mis favoritas: una caminata de seis horas y una montada de caballo para disfrutar del paisaje andino.
Y una vez aquí en San Rafael de Mucuchíes, ¿Por qué no llegar a Llano del Hato? Otro de los centros poblados más altos del país, ubicado en Apartaderos (a muy pocos kilómetros de San Rafael), acá se encuentra el Observatorio Astronómico Nacional Llano del Hato o Astrofísico de Mérida. Por su ubicación es considerado uno de los observatorios localizado en la mayor altura del mundo y uno de los más privilegiados también gracias a su posición geográfica (el ecuador), permite observar astros en ambos hemisferios. Está constituida por 4 cúpulas, cada una con un telescopio y un museo, al observatorio se pueden realizar visitas guiadas y si corren con suerte, los pueden dejar utilizar uno de los telescopios para que observen la superficie lunar.
Tinjaca y Nevado
Un pequeño dato (fuente: El Nacional) histórico que quisiera compartir, es la historia de un monumento ubicado en la Plaza Bolívar de Mucuhíes. La estatua es de un indio (Tinjaca) y un perro (Nevado) que –para noticia de muchos- fueron acompañantes del Libertador durante sus campañas y muchas batallas. Durante una pasada por Mérida Simón Bolívar adoptó a un perrito de raza mucuchíes (mejor conocido como perro gocho) el cual llevaba por nombre Nevado, este histórico acompañante fue su “amigo fiel” hasta su muerte en la Batalla de Carabobo. Esta es la razón por la cual Nevado y su indio cuidador tienen una escultura en su honor en la plaza Bolívar de la locación, por ser el perro que acompaño en las muchas batallas al Libertador de América.
