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Es peligroso nadar con el estómago lleno (?)

Siempre escucharemos "debes esperar por lo menos una hora antes de entrar al agua después de comer", pero si nos ponemos a pensar... ¿Qué tan cierto es, o es solo una manera de hacer obedecer a nuestros hijos?

Es importante hacer una buena digestión para evitar malos ratos
Es importante hacer una buena digestión para evitar malos ratos

Nunca se sabe cuándo nos puede dar un calambre en pleno apogeo acuático después de haber degustado unos exquisitos panes con jamón, queso y salsa rosada. De pequeños se podía creer todo lo que nos decían nuestros padres por ingenuos o por simple respeto, ahora que muchos han crecido, es imaginable pensar que han cuestionado la realidad de estas palabras que nunca se borrarán de nuestras mentes, ya que por culpa de ellas perdimos una hora de diversión en las saladas aguas de la playa aquéllas vacaciones.

Aunque se han realizado muchos estudios sobre las causas de esos incómodos calambres en el agua, aún no hay evidencia de que hacer ejercicio después de comer sea el causante de estos, lo que sí sabemos es que al hacer una fuerte tanda de ejercicio, el flujo de sangre que debería ir hacia el aparato digestivo se desvía hacia la piel y los músculos, y de esta manera sentir nauseas. Dichos estudios se han realizado con atletas de carreras a larga distancia o aquellos que se preparaban para triatlones, actividades que obviamente exigen mucho más que un simple chapoteo en el agua, como al que se dedican los niños en las vacaciones.

Resulta que hasta a los nadadores profesionales les dan calambres en plena actividad física, estos son más bien resultado del esfuerzo excesivo y al parecer no están relacionados con los alimentos. Aparte de los calambres también están esas punzadas que ocurrentemente se sienten a los lados del cuerpo, aunque el dolor sea parecido al de un calambre, los investigadores diferencian entre los dos. Su nombre es "dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio" (DAT), pero aún no se puede explicar completamente la razón de sus repentinas apariciones. El científico australiano de deporte, Darren Morton, ha dedicado su carrera a investigar el tema y descubrió que los nadadores son más propensos a sufrir los DAT que los corredores, aparte, la gente que había comido de manera pesada -una o dos horas antes de la carrera- eran aquellos que lo padecían, así hayan esperado la hora requerida antes del ejercicio. Lo que se quiere demostrar con esto es que, con comida o sin esta los calambres y DAT siempre estarán esperando el momento menos indicado para hacernos sufrir un rato.

Ahora viene la siguiente pregunta: ¿no podemos ahogar a causa de un calambre o DAT?

Si un niño (o el mismo adulto) está en aguas bajas (lo que popularmente se conoce como orillas), se puede parar, o esperar tranquilo hasta que el dolor pase. Una persona solo estaría en peligro si estuviera en aguas profundas, lejos de algo de lo que se pueda agarrar y sin saber nadar lo suficientemente bien para poder flotar (situación en la cual meterse al agua no es conveniente, habiendo comido hace una hora o no). Efectivamente un calambre o DAT nos puede suceder a todos y en cualquier momento, la situación no es para alarmarse, al menos que se encuentre en unos de los escenarios antes mencionados.

Aunque ya sabemos algunas verdades sobre esta perturbadora frase, es mentira que no podemos seguirla usando, siempre nos salvarán de un apuro y mantendrán a nuestros niños cerca de nosotros (hasta que sepan la verdad).

Fuente: El Nacional.

  • Categoría: Salud
  • Publicación: 04-jul-2013 15:49
  • Última edición: 26-abr-2015 00:11