Es lo que parece: una nueva experiencia realmente no apta para quien padezca de vértigo. El pasado 3 de julio se inauguró en el centro de Austria un puente colgante con vistas a los Alpes y con un abismo a sus pies. Cuatrocientos metros más abajo se adivinan las paredes rocosas del macizo de Dachstein. Lo más curioso de este puente, ya de por sí una obra llamativa, es que se prolonga en un saliente que sus creadores llaman la escalera de la nada, una plataforma de cristal que invita a los osados visitantes a «flotar» sobre las rocas.

Sobre las fotografías: La imagen superior muestra el aspecto de la escalera de la nada (la plataforma con paredes de cristal), todavía sin turistas, ya que este extremo se abrirá al público en unos días. Aquí dejo también una imagen general del puente, y otro detalle del mirador. La tercera foto muestra el proceso de construcción de este tramo, con los trabajadores colgados literalmente sobre el vacío. Las obras se han prolongado desde diciembre de 2012 hasta estos días de julio de 2013.