La colitis es una inflamación del intestino y se da más en mujeres que en hombres.

El concepto de colitis, en términos generales, abarca una gran variedad de procesos, que van desde los crónicos hasta los agudos y transitorios, desde los que tienen una causa específica hasta los que presentan una causa desconocida.
- Factores ambientales y/o emocionales
- Agentes Infecciosos como virus, bacterias, amibas, etc.
- Trastornos en la dieta.
- Nuestro organismo reacciona de diversas formas ante la presión emocional. El colon o intestino grueso es una de las partes que más sufre ante esta presión o estrés y produce trastornos en las funciones del colon, además la forma en que nos alimentamos influye también.
Los tipos de colitis dependerán de su origen:
- Colitis ulcerosa. Es una enfermedad de tipo crónico que se caracteriza por la inflamación y presencia de heridas o úlceras en la pared interior del colon.
- Colitis tóxica. Es una complicación grave de colitis ulcerosa.
- Colitis asociada al uso de medicamentos. El consumo de ciertas sustancias (vitamina C, suplementos de hierro, antiinflamatorios no esteroideos como el ácido acetilsalicílico, y antibióticos, entre otros) puede generar irritación en la mucosa del colon y, por ende, su inflamación.
- Colitis hemorrágica. Es ocasionada por la bacteria Escherichia Coli.
- Colitis nerviosa. Puede aparecer cuando se viven situaciones de estrés y nerviosismo con frecuencia.
- Colitis granulomatosa. Se debe a un raro padecimiento autoinmune (cuando el sistema de defensas del organismo ataca a sus propios tejidos) conocido como enfermedad de Crohn o enteritis regional.
Factores de riesgo.
Recuerda que el cuerpo humano reacciona de diversas formas ante la presión emocional.

Síntomas
- Dolor abdominal y distensión que es constante o intermitente.
- Heces con sangre.
- Escalofríos.
- Ganas constantes de tener deposiciones.
- Deshidratación.
- Diarrea.
- Fiebre.
Diagnóstico.
El tratamiento de la colitis.
El tratamiento dependerá de la causa que origine la colitis.
Para tratar las infecciones, se pueden administrar medicamentos de tipo antibióticos o antiparasitarios, según sea el caso.
El ingerir suficiente cantidad de líquidos para reponer lo que se ha perdido y mantener una dieta blanda.