Recibir un aumento de sueldo es el gran sueño de todos los trabajadores. Sin embargo, gran parte de los empleados nunca toma la iniciativa de solicitarlo o porque no encuentran el momento adecuado, o porque les falta valor para hacerlo. Para enfrentar la angustia que supone pedir un aumento y obtener un no rotundo como respuesta, existen un conjunto de recomendaciones que vale la pena tener en cuenta a la hora de negociar el ascenso.

El as bajo la manga
Nadie debe entrar en una negociación difícil si no tiene un as bajo la manga. Si vas a pedir un aumento de sueldo, la clave está en que lleves definido un argumento que explique el por qué de tu solicitud. Para eso tienes que analizar tu historia en la compañía y tu desempeño durante el último año. Debes identificar concretamente cuáles han sido tus aportes y por qué tu labor ha contribuido para hacer crecer a la empresa.
Elegir el momento y el lugar
Antes de solicitar un aumento debes cerciorarte de que tu compañía está en una buena posición. Si hay dificultades o alguna crisis a la vista, resulta prácticamente imposible que tomen en cuenta tu petición. También debes escoger el momento propicio. Es mejor que formules tu solicitud a final de año, o después de que hayas hecho algún aporte significativo a la empresa. Lo más adecuado es organizar un encuentro personal, en la oficina de tu superior. Evita los lugares informales.
Lo que no debes de hacer
Evita plantear tu solicitud precedida por rodeos o afirmaciones triviales. Lo mejor es ir al grano. No sustentes tu solicitud en motivos personales, ni te victimices como método para despertar la compasión de tu jefe. Si no valoras tus aportes, difícilmente otros los valorarán. Tampoco inicies una discusión en caso de que tu superior no esté de acuerdo contigo, ni amenaces con supuestas ofertas para ir a trabajar en otra parte. Pueden terminar pensando que eres un empleado problema.
No todo es dinero
Información de: Ehow