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Neurosis obsesiva: la patología de lo insoportable

La Neurosis Obsesiva, es un trastorno de ansiedad (como la agorafobia y la fobia social) caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad asociada. El TOC está recogido dentro del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales


Uno de los rasgos más comunes de los neuróticos obsesivos es que elevan el orden hasta su máxima expresión.
El paciente vive tanto la obsesión (pensamiento que no se puede desechar) como la compulsión (acto que el sujeto se ve obligado a realizar) como órdenes que siente surgir dentro de sí mismo y que debe obedecer pese a que las considera absurdas, patológicas, anormales y perjudiciales; si se resiste nota una angustia creciente hasta que tiene que ceder.

Hay gran cantidad de síntomas en la neurosis obsesiva. Prohibiciones, prevenciones excesivas y autocastigos. La particularidad es que todo esto es vivido con satisfacción por el paciente. Los escrúpulos, la desconfianza y la vergüenza de sí mismo se hacen presentes en esta patología. Es entonces cuando se produce una constante lucha contra lo reprimido. Según los especialistas, la sintomatología de esta neurosis se despliega en dos campos: el pensamiento y la actividad. Y aunque la persona hace su máximo esfuerzo por echar estos síntomas, se le clavan en la mente igual sin poder desprenderse de ellos.

Rumia mental

Se trata de uno de los síntomas del campo del pensamiento. La rumia mental es un sustituto de la masturbación. Es una oscilación de pensamientos obsesivos. Aparece en forma de constantes interrogantes sobre la muerte, el infierno, otro tipo de vida, otros mundos. También se pregunta sobre cuestiones mágicas e infantiles. Con frecuencia pasan por su cabeza ideas del estilo “si no hago tal cosa, no voy a tener buena suerte”. Sin un tratamiento adecuado, por mucha voluntad que tenga, el neurótico no puede evitar esta rumia continua que acosa su mente como un fantasma.

El orden

Uno de los rasgos más comunes de los neuróticos obsesivos es que elevan el orden hasta su máxima expresión. No se trata de limpieza ni facilidad para encontrar las cosas. Tampoco es cuestión de que quede estéticamente lindo. Lo que aquí sucede es una necesidad imperiosa de colocar cada objeto de una manera exacta. Cuando esto no se logra, el paciente se sumerge en la angustia y el enojo, convirtiéndose en una situación imposible de tolerar. Que las cosas no estén derechas, perfectamente alineadas y en el lugar preciso donde fueron acomodadas se vive como una tragedia. Números pares e impares, derecha e izquierda, buena y mala suerte se relacionan con este tipo de obsesión.

Planificación

Los neuróticos obsesivos no conciben su vida sin tener todo estrictamente planeado. Listas y proyectos de todo tipo son una constante en su vida. Muchas de sus horas diarias se pierden en estas tareas de planificación. Este rasgo guarda estrecha relación con la inseguridad de estos sujetos. Así, necesitan tener todo dominado con antelación, intentando evitar cualquier tipo de inconveniente posterior. Un cambio en medio de sus planes puede resultarles intolerable, aunque esta modificación sea positiva para ellos mismos.

Afecto y ética

Por lo general, los sujetos con neurosis obsesiva no se sumergen en engaños ni fraudes de ningún tipo. Sus escrúpulos están a un elevado nivel y proclaman los valores morales y la ética. Socialmente, se describen como personas con pocos amigos y poco proclives a las demostraciones de afecto.

Posibles causas

La neurosis obsesiva es más común que otros trastornos mentales y, en general, sus síntomas se hacen evidentes alrededor de los 30 años. Para Freud, hay dos causas que condicionan a una persona a ser neurótica: las que trae consigo (causas constitucionales) y las que la vida le presenta (causas accidentales). Según el llamado padre del psicoanálisis, sólo la conjugación de ambas produce lo patológico. Entre las orgánicas, ninguna de las posibles causas de este padecimiento fue confirmada científicamente. Algunas corrientes sostienen que existe una anomalía craneal que deriva en esta enfermedad, pero ello no es una tesis aceptada a nivel global.

Tratamiento

Una combinación de psicoterapia y tratamiento farmacológico figuran entre los métodos más exitosos para aliviar a estos pacientes. Antidepresivos y ansiolíticos figuran entre los medicamentos requeridos. Según los especialistas, el tratamiento suele ser bastante prolongado. Respecto a las consultas llevadas a cabo por los psicólogos, tratan de enfrentar al individuo con la situación temida, siempre empezando por la menos perturbadora. Con esto se intenta evitar el ritual del neurótico obsesivo. La persona debe tolerar la ansiedad y resistir la necesidad de llevar a cabo la compulsión. Si bien es extraño que el paciente se libere de todos los síntomas, el tratamiento logra a una importante mejoría.

Con Información de: Ehow