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Eres adicto al trabajo

La adicción al trabajo es un trastorno caracterizado por la progresiva y excesiva carga de actividad laboral de una persona, perdiendo el equilibrio necesario entre el trabajo y el tiempo libre para una vida sana.

La adicción al trabajo que afectaba principalmente a los hombres, en los últimos años se ha extendido entre las mujeres.
La adicción al trabajo que afectaba principalmente a los hombres, en los últimos años se ha extendido entre las mujeres.
La adicción al trabajo que apareció en 1968, cuando un profesor americano de religión, Oates, lo utilizó para referirse a su propio trabajo y lo comparó con el alcoholismo. Más tarde, Oates definió workaholism como una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, que afecta a la salud, a la felicidad y a las relaciones de la persona.
La adicción al trabajo se compone de diversas dimensiones (Flowers y Robinson, 2002) como:
  • Tendencias compulsivas relacionadas con el trabajo duro y con dificultades para relajarse después de trabajar.
  • Necesidad de tener el control, ya que el trabajador se siente incómodo cuando tiene que esperar o cuando las cosas no se hacen a su manera y escapan a su control.
  • Comunicación relación interpersonal deficiente, es más importante lo que hace el propio trabajador que las relaciones con los demás.
  • Incapacidad para delegar tareas entre los subordinados y a trabajar en equipo.
  • Autovaloración centrada en el trabajo, ya que se da mayor valor a los resultados del trabajo realizado, que al proceso mediante el cual se han conseguido esos resultados.

La adicción al trabajo que afectaba principalmente a los hombres, en los últimos años se ha extendido entre las mujeres y se calcula que más del 20% de la población trabajadora mundial presenta esta adicción.

Existen tres tipos de adictos al trabajo:
  • Complacientes: se caracterizan por ser menos ambiciosos y más sociables que los otros adictos. Para ellos la aprobación del jefe y de los compañeros de trabajo es de gran importancia. Se callan sus problemas y tienen más posibilidades de caer en una depresión.
  • Controladores: son independientes y ambiciosos, y odian perder el control. Cuando descienden en su rendimiento laboral, se vuelven ansiosos e irritables.
  • Narcisista controlador: su personalidad está desequilibrada y, en situaciones de tensión, puede llegar a la despersonalización (sensación de no ser uno mismo, de no conocerse a sí mismo) y a la desrealización (sensación de estar fuera de la realidad, de ver y experimentar lo circundante como un sueño). Son egocéntricos.

Factores de riesgo


El temor a perder el trabajo puede conducir a la adicción al trabajo.
El temor a perder el trabajo puede conducir a la adicción al trabajo.
Entre los factores de riesgo que conducen a esta adicción se pueden señalar:

  • Las presiones económicas familiares.
  • El temor a perder el trabajo.
  • La enorme competitividad que existe en el mercado laboral, en donde es más valorado el que lo deja todo por el trabajo, que el que cumple sólo con su horario.
  • La fuerte necesidad de conseguir el éxito y el puesto deseado.
  • La incapacidad para negarse ante un jefe sobre peticiones que pueden bien posponerse para el día siguiente.
  • El temor a los jefes prepotentes, exigentes y que amenazan constantemente al trabajador con perder su empleo.
  • La falta de organización, que permite la acumulación y sobresaturación del trabajo.
  • El ambiente familiar problemático que hace que el trabajador no quiera llegar a casa.
  • La ambición excesiva por el poder, el dinero y el prestigio.
  • La incapacidad para establecer prioridades.
  • La falta de afectos personales que se suplen con el trabajo.
  • La educación familiar que impone a los hombres el cumplir con el rol de proveedor de su familia.
  • La presión de muchas mujeres cuya meta es solamente el sacar adelante a los hijos.
  • La presión de la sociedad para que los hijos sean independientes.

Consejos

  • Si puedes ser altamente productivo en un tiempo relativamente corto, utiliza esto para apaciguar tu adicción al trabajo.
    Desarrolla una rutina diaria o semanal de actividades diferentes al trabajo, de modo que aprendas a disfrutar de otras cosas diferentes. Intenta con el ejercicio, la oración, la meditación, la lectura relajante o libros de superación, escuchar o tocar música, inclusive ver películas.
  • Es benéfico tener una actividad en la que se involucran otras personas, como una caminata, los juegos de mesa, un cafecito con los amigos, llamar o visitar a la familia o amigos, o salir en la noche. Sólo ten cuidado en no sobre cargarte de actividades que resulten tan ocupadas como tu tiempo de trabajo.
  • Si te levantas demasiado temprano por la mañana, no te pares sólo a hacer algo útil. Quédate descansando en paz en tu cama. Después de una hora, vuélvete a dormir. Si no te duermes, quédate a descansar otro rato más.
  • Presta atención a tu esposa/socio/Hijos/amigos cuando te piden que no trabajes demasiado.
  • Entrénate para responder de forma positiva a las interrupciones. Si el propósito de tu trabajo es beneficiar a la gente, entonces, cada vez que alguien viene e interrumpe puedes aprovechar la oportunidad para cumplir con ese propósito en ese mismo momento.