Ambos movimientos (contemporáneos en nacimiento), se sintieron encargados de romper con los cánones de pintura tradicional del siglo XIX, liberando al ser en sí y dándole total protagonismo al color, a la vez que lo cargaban emotivamente.

Las corrientes en sí, se alejaban del academicismo y de las normas tradicionales, que caracterizaban a la pintura del siglo que había pasado. Con respecto a las temáticas, era prácticamente como la unión del Romanticismo y el Simbolismo, los artistas expresaban por medio de las obras sus miedos, sueños, espiritualidad etc. En general, ambos movimientos se centraban en la visión interna del artista, con respecto a un tema o a la realidad misma.
Expresionismo alemán
Nace como crítica de las ideologías positivistas del momento. Como su idea estaba centrada en la visión interna del artista, expresaban sus estados de ánimo, sus más sinceras pasiones y los impulsos primitivos de cada ser. Teniendo como precursores a Van Gogh y a Gauguin, todas las obras tenían una alta carga emotiva y cada color significaba algo específico. Tenían siempre presente la deformación de la realidad, alterando líneas y la anatomía humana, de esta manera, obtenían “su significado esencial, su imagen interna del mundo”.
El Expresionismo se dividió en otros dos grupos, uno llamado Die Brücke (El Puente) y el otro Der Blaue Reiter (El Jinete Azul). El primero, nacido en el año 1905, se caracterizaban por la total oposición hacia los cánones establecidos en el momento, imponían la espontaneidad impulsiva y la inspiración inmediata era su fuerte, buscaban sacar a la luz lo primitivo del hombre.
Los integrantes de El Jinete Azul, por el contrario, poseían una actitud refinada, “casi aristocrática”, su imposición era la espiritualidad en las obras, mejor dicho, consideraban que la esencia espiritual del mundo, era la purificación y sublimación de los sentidos y sentimientos que tanto buscaban reflejar.

Fauvismo francés
La corriente expresionista recibe el nombre de Fauvismo en Francia, término que acuñó el crítico Louis Vauxcelles al decir “Donatello parmi les fauves”, cuando observó una escultura del artista Albert Marque (la cual reflejaba a un niño que le recordó a Donatello), en una sala de exposiciones.
Fauve, significa fieras en francés; el término fue asignado a este movimiento precisamente por el carácter y el uso tan violento y expresivo que le otorgan al color. Asimismo refleja la personalidad de este, ya que al ser el primer movimiento de vanguardia del Siglo XX, no estaban estructurados como tal: sus planteamientos eran muy heterogéneos y no tenían una teoría definida, además, no hallaban la manera de definir el movimiento en general.
En general, potenciaron el color y lo llevaron a su máxima expresión, olvidándose de la profundidad en el dibujo y haciendo uso de una supuesta libertad de pensamiento y criterio. Sus puntos de partida fueron la teoría divisionista y sentimentalista del color (Van Gogh) y el cromatismo (Gauguin).
