La redundancia no es más que la repetición de la información en diferentes palabras. La redundancia también conocida como pleolasmo describe lo que abunda o es excesivo frente a un un contexto.
La redundancia es una figura retórica de construcción, donde se son utilizadas palabras innecesarias que no añaden nada nuevo a la idea que se quiere transmitir. La redundancia no solo se da en el lenguaje escrito, también en el hablado. En algunos casos resulta una estrategia para evitar errores de decodificación o simplemente para alargar el mensaje, sin embargo hay quienes usan la redundancia sin darse cuenta ocasionando que el mensaje tenga excesos.

La redundancia no aporta datos, sino que reitera algo que ya se sabe —repetición—. La redundancia léxica se produce cuando se juntan dos palabras que repiten el mismo significado. En ocasiones su uso es para producir un efecto expresivo o intensificador, un ejemplo es ¡sube para arriba! el "para arriba" suena más eficaz que el del simple "sube". Este caso se denomina también pleonasmo y se considera aceptable por el aporte expresivo que supone la reiteración del significado.
Ejemplos comunes de la redundancia
- Entra para adentro
- Sube para arriba
- La imagen quedo bonita y linda
- La comida te quedo bien, pero sin embargo te hubiese podido quedar mejor
- En lo personal yo opinó
- Creo que eres más mayor que tu hermana
- Vuelo a reiterar mi apoyo incondicional
- Lo he visto con mis propios ojos
- Quiero volar por el aire
- Quizás, tal vez valla hoy a tu casa
- La comida de esta semana espero prepararla yo misma
- Esto cada vez empeora aún más
La redundancia no siempre es mala, todo depende de la intención que le quiera dar el emisor, decir lo mismo pero en diferentes palabras, puede ayudar a tener un mejor mensaje o simplemente enfatizar lo que se quiera transmitir. Sin embargo, en la mayoría de los casos se cae en la redundancia sin darse cuenta (por error) lo que trae como consecuencia que el mensaje sea repetitivo y aburrido, perdiendo brevedad y precisión.
La redundancia en muy común en el lenguaje hablado como el escrito, muchas veces no se da cuenta de ello. Sin embargo, es importante y analizar lo que se dice y escribe, para no caer en este error.
Vea además: La ambigüedad lingüistica.
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