El queísmo es el empleo indebido de la conjunción "que" en lugar de la secuencia "de que".

«Entre los relativos, "que" es el más frecuente en castellano (la Academia registra cerca de 30 usos) y por tanto se presta más a los abusos. Los errores más comunes corresponden a las categorías mencionadas: queísmo, dequeísmo y "que" galicado».
El queísmo es lo opuesto al dequeísmo.
Manuel Alvar (autor del texto "Manual de redacción y estilo") expresa: "el queísmo aparece cuando se suprime de forma indebida la preposición delante de la conjunción subordinante 'que'. Se da con frecuencia en predicados cuyos núcleos verbales exigen la presencia de un complemento introducido por una preposición determinada: verbos y locuciones verbales con preposiciones regidas como: amenazar con, fijarse en, especular con, confiar en, coincidir en, percatarse de, acordarse de, insistir en, encontrarse con", etc.
De igual manera, en la obra titulada "Construir bien en español: la corrección sintáctica", Hortensia Martínez, expone que "si a un verbo que exige una determinada preposición lo privamos de ella cuando tiene que aparecer la conjunción 'que', se incurre en «queísmo».
Ejemplo:
Ella se enteró que la engañaban.
El verbo enterarse debe construirse con la preposición de, pues de lo contrario es como si llevara un complemento directo, y no es así; el verbo es enterarse de algo y no enterarse algo, que significaría 'un poco'.
Es hora que me escuchen (título de un libro de Eduardo Duhalde, ex presidente de la Argentina)
La manera correcta es "Es hora de que me escuchen".