Es una sinécdoque que consiste en poner el nombre apelativo por el propio, o el propio por el apelativo. La antonomasia es una forma particular de la metonimia.
Ejemplo: Decir que una persona "es un Quijote" o llamar a Nueva York "la gran manzana". La locución adverbial «por antonomasia», según el DRAE significa que a determinado sustantivo le conviene el calificativo más usual con que se le conoce por ser el más famoso o paradigmático de los de su clase. Ejemplos: la anticonceptiva es la píldora por antonomasia o la demanda es el acto de iniciación procesal por antonomasia.
La Antonomasia es una Figura Retórica es la sustitución de un nombre propio por una expresión, tal como «la Ciudad Eterna» por Roma. El proceso inverso, también es a veces nombrado como antonomasia. Mediante el uso del recurso de estilo conocido como antonomasia, se utiliza un atributo característico —aunque generalmente no privativo— de una entidad individual, para poder particularizarla. Ese atributo asume entonces la función de nombre propio y, de hecho, a veces sustituye el nombre original.
Ejemplos de Antonomasia:
1. "y salté como tarzán, de rama en rama... mientras me miraban "
2. “un Nerón” (cuando nos estamos refiriendo a un déspota)
3. "entonces, el hizo gala de sus dotes de donjuán y se acercó a ella con seguridad"
En el lenguaje periodístico actual es muy común acudir a un uso abundante de expresiones antonomásticas y clichés, siendo ésta una notable característica distintiva de ese registro del lenguaje. La generación mediática de antonomásticos es constante y difundida tanto por medios escritos como audiovisuales.
Siendo lugares comunes del habla, los antonomásticos vienen dados por la cultura nacional de los distintos países, su mundo periodístico, su tradición literaria, etc. Sin embargo existen antonomásticos que son ampliamente compartidos internacionalmente, especialmente en el lenguaje escrito. Por ejemplo, «Ciudad Luz» para referirse a París.