Se denomina madrigal a un poema breve, generalmente de tema amoroso, en que se combinan versos de siete y de once sílabas.

La escritora Herlinda del Socorro Ramos define como madrigal a una composición breve de heptasílabos y endecasílabos, con rima no prefijada, por lo común entre ocho y quince versos. De procedencia italiana, servía en el siglo XVI de letra para cantar temas delicados, a menudo amorosos.
El madrigal pertenece al subgénero lírico de los géneros literarios clásicos.
Esta composición suele ser intensa y delicada, enfocada en un tema amoroso, se presta muy bien a ser cantada. Alcanzó su mayor esplendor en Italia con poemas de Dante, Petrarca, Tasso, etc., el compositor más destacado en esta área fue Luca Marenzio.
Madrigal (José Asunción Silva)
Tu tez rosada y pura; tus formas gráciles
de estatua de Tanagra; tu olor de lilas;el carmín de tu boca de labios tersos;las miradas ardientes de tus pupilas;el ritmo de tu paso; tu voz velada;tus cabellos que suelen, si los despeinatu mano blanca y fina, toda hoyuelada,cubrirte con un rico manto de reina;tu voz, tus ademanes, tú... no te asombre:todo eso está, ya a gritos, pidiendo un hombre.
Desnudas han caídolas once campanadas.Picotean la sombra de los árboleslas gallinas pintadasy un enjambre de abejasva rezumbando encima.La mañanaha roto su collar desde la torre.En los troncos, se rascan las cigarras.Por detrás de la verja del jardín,resbala,quieta,tu sombrilla blanca.
Madrigal (Amado Nervo)
Por tus ojos verdes yo me perdería,
sirena de aquellas que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Por tus ojos verdes yo me perdería.
Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
misteriosos como la esperanza mía;
por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría.