Las grasas saturadas son aquellas grasas que generalmente se encuentran en productos que provienen del reino animal, exceptuando insaturadas del pescado, que son saludables para el organismo.
Las grasas saturadas se encuentran predominantemente en los productos animales como la carne y productos lácteos y están fuertemente asociadas con los niveles altos de colesterol. Los aceites tropicales como el aceite de palma, el coco y la mantequilla de coco también tienen alto contenido de grasa saturada.
La grasa también puede ser una fuente de energía que provee al cuerpo algunos ácidos grasos esenciales y algunas vitaminas como la A y la D, pero son las grasas saturadas las que nos preocupan, ya que se encuentran íntimamente relacionadas con enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, sobrepeso y obesidad.
Grasas saturadas

Las funciones más destacadas de las grasas son: Reserva energética en el organismo y protección contra el frío, función estructural en las membranas celulares, las grasas saludables ayudan a mantener elevados los niveles de colesterol "bueno" HDL y así controlar los niveles de colesterol "malo" LDL, mientras que las grasas saturadas elevan los niveles de HDL. Otra función importante de las grasas es facilitar la absorción y movilidad en el torrente sanguíneo de las vitaminas A, D, E y K.
La mayoría de la gente come demasiada grasa saturada: en torno al 20% más del máximo recomendado, según recogen los estudios de la Asociación Británica de Dietética.
Según NHS Choices, un servicio de asesoramiento online del Sistema Nacional de Salud británico, reducir algunas comidas ricas en grasas saturadas es una parte importante de una dieta saludable. Entre esos alimentos está la mantequilla, la manteca, los chocolates, pasteles y masitas y los productos cárnicos como las salchichas o los pasteles de carne.
Alimentos alternativos
Prácticas saludables para reducir el consumo de grasas saturadas sería, por ejemplo, sustituir margarinas y mantequillas por aceites vegetales y mantequilla de frutos secos como maní, nueces, almendras. Otra recomendación es reducir el consumo de carne, que presentan muy alto contenido en grasas saturadas y su consumo es muchas veces excesivo.
En su lugar, las proteínas vegetales no tienen grasa y son muy ricas en fibra, principalmente las legumbres y derivados de la soja como el tofu. Por último, el pescado tiene un índice graso más bajo que la carne, y el pescado azul, como ya hemos mencionado, es rico en grasa poliinsaturada.